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Una visión integradora en Dirección Estratégica

La dirección estratégica es la fuente de éxito para todo profesional que se ve a sí mismo con la capacidad de alcanzar sus metas y propósitos adaptándose al medio y transformando los obstáculos en oportunidades y retos. El paradigma dominante en la actualidad está relacionado con los cambios y fluctuaciones que influyen en la estabilidad social, económica y, por ende, empresarial. Los profesionales se encuentran ante una situación que requiere tomar medidas que posibiliten de forma estratégica el desarrollo de alternativas con una misión y visión de futuro, para alcanzar de esta manera las capacidades y habilidades que permitan una actuación efectiva y trascendental en la puesta en práctica.

Sigue leyendo para conocer una visión integradora de la dirección estratégica.

La actitud es la principal herramienta de éxito, guiada hacia el desarrollo, donde la identificación y gestión de la propia imagen o branding marque la diferencia con los demás. De esta manera, dirigir la estrategia profesional se centra en la capacidad de dar respuestas resolutivas a nuestras necesidades y cambios, vinculados al medio externo, y obtener estrategias de desarrollo en las que se conjugan amenazas, oportunidades, debilidades y capacidades.

Para ello, debemos diseñar la propia estrategia profesional vinculada a una visión estratégica integradora. La innovación es un valor añadido, que se vincula al hecho de ser capaces de encontrar en nosotros mismos el empuje hacia nuevos retos, que actualicen nuestros conocimientos y destrezas, y den como resultado un profesional con marca propia.

La estrategia es una herramienta impulsora, que nos posibilita ser conocedores de una realidad donde la previsión requiere de análisis, planes de acción, compromiso e implementación asertiva, todo ello desde una perspectiva centrada en alcanzar objetivos que potencien la ventaja competitiva. Para definir los objetivos estratégicos, deberemos tener presente siempre la preparación y la actitud. La predisposición para encontrar respuestas y alcanzar objetivos viables y sostenibles se basa en una estructura  de convicción, responsabilidad y compromiso.

La estrategia profesional está interconectada con la estrategia empresarial, que mide el valor de los profesionales por sus capacidades, conocimientos y destrezas para dar respuestas efectivas que favorezcan de forma resolutiva la productividad de la compañía.  De esta manera, podemos entender la importancia de una capacitación adecuada que permita movilizar y desarrollar perspectivas laborales basadas en el compromiso y el liderazgo.

El profesional se renueva al igual que las empresas. Esto configura la integración de un paradigma con el cual seremos capaces de adaptarnos y encontrar la creación del valor, fuente de éxito y marca diferencial. Un planeamiento estratégico requiere de una serie de pasos que nos permiten comprender la situación actual para dar lugar a una situación futura analizada desde las perspectivas necesarias para comprender el resultado obtenido, como los siguientes pasos:

  1. Observar e identificar las oportunidades y peligros que surgen de la incertidumbre del futuro, con el objetivo de tomar decisiones asertivas para utilizar las oportunidades y evitar los riesgos. Planear significa diseñar un futuro deseado e identificar las formas para lograrlo.
  1. Establecer metas, definiendo las estrategias y políticas para lograr objetivos. De esta manera, desarrollar los planes detallados para asegurar la implantación de las estrategias y así obtener los fines buscados.
  1. Acción empresarial basada en los valores personales y profesionales, vinculados a las capacidades, habilidades y técnicas de cada uno. Requiere de dedicación para actuar con base en la observación del futuro, y una determinación para planear constante y sistemáticamente como parte integral de la dirección.
  1. Esfuerzo sistemático para establecer los propósitos, objetivos y estrategias básicas para desarrollar planes detallados con el fin de poner en práctica las estrategias y así lograr los objetivos básicos de la compañía.

Como podemos observar, la visión integradora en dirección estratégica es una herramienta que posibilita la coordinación adecuada de los recursos competenciales mediante patrones de decisiones asertivas hacia la consecución de objetivos, que permiten, de esta forma, crear  conciencia y motivación intrínseca. La búsqueda de la realización profesional se transforma en un hecho fehaciente.

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