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Eliminar y procesar el trauma y el dolor emocional

Cuando ocurren situaciones extremas como una pérdida, una enfermedad, un abuso físico o psicológico, una fobia, una separación o un accidente, todos experimentamos en menos o mayor medida un colapso emocional y entramos en un estado de shock que nos bloquea física y mentalmente.

Hemos mencionado algunas de las situaciones traumáticas más habituales, sin embargo, el abanico de situaciones es enorme, pues alguien pudo haber experimentado como traumática una situación que podría resultar inocua para otros, e incluso pudo haberse gestado en su imaginación o ni siquiera recordarla. Lo cierto es que todos ellos dejan huellas tan profundas que, afectan a la personalidad y a la vida diaria.

Ahora bien, ¿por qué ocurre esto? ¿Por qué perdemos el control? ¿Por qué cuánto más necesitamos del equilibrio, éste desaparece como por arte de magia?

Veamos, nuestro cerebro, tiene dos hemisferios, unidos y conectados por el cuerpo calloso (fibras nerviosas). Aunque ambos procesan la información de manera muy diferente, funcionan de forma complementaria y cruzada. El cerebro siempre busca el equilibrio y aunque en la mayoría de los casos prevalece en cada persona un hemisferio más que otro, siempre se utilizan ambos.

El hemisferio izquierdo nos permite: usar el lenguaje para nombrar las cosas, el pensamiento lógico y analítico. Es objetivo, numérico, mide el tiempo, es secuencial, planea procedimientos, es simbólico, lineal, verbaliza. Este hemisferio evalúa los estímulos del exterior en forma de placer (recompensa, emociones positivas, recursos, etc.).

El hemisferio derecho, en cambio, sintetiza la información que le llega. Gracias al él, entendemos las metáforas, soñamos, creamos nuevas combinaciones de ideas. Es intuitivo en vez de lógico; tiene capacidad imaginativa y fantástica, espacial y perceptiva. Este hemisferio evalúa los estímulos del exterior en forma de dolor (amenaza-emociones negativas, etc.).

Estas dos fuerzas placer y dolor, despiertan un circuito neuronal para acercarnos o protegernos de los placeres o de las amenazas respectivamente.

¿Qué ocurre en nuestro cerebro cuando sucede una situación extrema?

La conducta de alerta, de dolor, de pérdida y posible peligro, activa la amígdala cerebral y sus posibles respuestas de huida o ataque y, en su forma extrema (trauma), despierta una respuesta emocional arrolladora, que todos hemos vivido en uno o en varios momentos de nuestras vidas.

Frente a estos eventos, nuestro cerebro se desincroniza y entra en lo que llamamos estado de shock; estado en el que esas sensaciones experimentadas se quedan guardadas y aisladas en una parte del cerebro produciendo dolor, bloqueos psicológicos y malestares físicos. Ocurre que, la manera más efectiva de solucionar un trauma es volver a sincronizar ambos hemisferios, pues  mientras un problema se mantiene en uno de ellos, la solución está en el otro.

¿Es la terapia de hablar, el proceso más adecuado para intentar superar esta situación?

Independientemente del tiempo que haya pasado de una experiencia traumática, la mayoría de terapias que utilizan únicamente el habla, suelen resultar procesos muy extensos y devastadores, pues a lo largo del relato suelen manifestarse con la misma intensidad las emociones de angustia, tristeza o dolor experimentadas en el evento sufrido, pudiendo incluso retraumatizar a la persona.

Entonces ¿cómo podrían los terapeutas mantener la efectividad, acotando el tiempo significativamente  y eliminando el sufrimiento?

El método SHEC es el sistema de curación natural de nuestro cerebro.

Este método cuyas siglas significan Sincronización de Hemisferios Cerebraleses por excelencia la técnica psicoterapéutica para liberar a la persona de todo tipo de traumas, para que puedan volver a encontrar el equilibrio y la salud emocional.

Obviamente, para ello será necesario solucionar esa situación de shock y de incredulidad que vive el cerebro, pues es la única forma de liberar y procesar toda esta información que está estancada en redes neuronales.

SHEC activa la capacidad de auto curación del paciente. No sólo se centra en los traumas y en situaciones negativas sino que también es muy útil para fortalecer experiencias positivas y desarrollar recursos internos.

¿Cómo funciona? La base de la terapia con SHEC comprende:

Activar de forma alterna los dos hemisferios cerebrales y comparar su información. Activamos  a través de la estimulación, principalmente, del campo visual, a través de la luz, lo que hará que se active un hemisferio u otro. En ocasiones activamos también a través del sonido y los movimientos bilaterales

Además, tiene varias herramientas que desbloquean y aceleran el proceso. Algunas buscan los nódulos emocionales y los desbloquean; otras trabajan a nivel energético desactivando la amígdala y bajando la intensidad del malestar y otras ayudan a cambiar las creencias.Maruxa

Este intercambio de información de los dos hemisferios, permite la reestructuración cognitiva de la cuestión y la desensibilización respecto a ella; de esta forma, es posible atenuar o hacer desaparecer las sensaciones corporales y construir nuevas y positivas conexiones neuronales.

SHEC estimula los mecanismos fisiológicos naturales del cerebro. A través de la técnica, es posible actuar de manera correcta respecto a cómo su cerebro debería haber procesado esa situación que le generó el bloqueo y el malestar.

Una vez se termina el proceso, la persona es capaz de observar la situación conflictiva sin llegar a desbordarse emocionalmente.

SHEC. Nivel básico para psicoterapeutas.

Este nivel del Método para psicoterapeutas, facilita su intervención profesional para con sus pacientes y sus procesos personales traumáticos.

Algunas ventajas a destacar son:

  • Rapidez. Una o unas pocas sesiones resultan altamente efectivas.
  • Evita el sufrimiento.
  • Ayuda a superar y/o reducir malestares físicos y emocionales.
  • Otorga especial importancia a los alimentos que ayudan a nuestro cerebro y a los que lo bloquean, al ejercicio y a la respiración.
  • Elimina de creencias negativas.
  • Resuelve todo tipo de situaciones potencialmente estresantes (una práctica médica, una operación programada, fobias, ponencias, etc.).
  • Libera bloqueos, maximizando la creatividad en actividades artísticas y el rendimiento en actividades deportivas.

Fuente: Método SHEC

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