Como ya vimos en el anterior post ¿Qué es el método Scrum y para qué se utiliza? cada vez más empresas están implementando esta metodología en la gestión de sus proyectos, pero ¿cuál es su principal motivación para implantarlo? ¿Cuáles son las principales ventajas de gestionar sus proyectos mediante Scrum? A continuación se describen los principales beneficios que se obtienen:
- Gestión de expectativas con el usuario
Uno de los problemas que se presenta con una gestión clásica de proyectos es que desde que se realiza la toma de requisitos al usuario hasta la entrega del resultado, puede pasar mucho tiempo y las necesidades suelen haber cambiado. En cambio, bajo una metodología Scrum, las revisiones son constantes y después de cada iteración pueden cambiarse los requisitos y la prioridad de los mismos. Con esto, se consigue que cada poco tiempo el usuario tenga un resultado tangible que sirve para reevaluar sus expectativas y prioridades, así como ahorrar esfuerzos y tiempos de desarrollo. Esto repercute en su satisfacción y en el éxito del proyecto.
- Tiempo de puesta en marcha y retorno de inversión
Debido a que después de cada iteración se ha completado un requerimiento concreto, el usuario ya puede empezar a utilizarlo sin necesidad de que el proyecto esté completado. Habrá futuras entregas con las que se puede mejorar y evolucionar, pero desde el primer momento ya tiene funcionalidad, aunque sea limitada. Gracias a esta pronta utilización, el tiempo hasta que se recupera la inversión se reduce, simplemente porque se ha empezado a utilizar antes. Además, con Scrum, si el cliente después de una iteración decide que se han cumplido sus expectativas, puede dar por finalizado el desarrollo. El proyecto se debe entender como una constante evolución de la primera iteración. En muchos proyectos de software es muy común que con el 20 % del esfuerzo se consiga el 80 % de la funcionalidad.
- Capacidad de adaptación y flexibilidad
A veces las necesidades del negocio pueden cambiar, ya sea porque la prueba de concepto con los usuarios no ha funcionado como se esperaba o porque las circunstancias del mercado han cambiado o los requisitos entregados con anterioridad han permitido entender mejor el producto. Al principio de cada iteración, el cliente tiene la posibilidad de replanificar, ya que, por metodología, ese es el primer paso. Los cambios son algo intrínseco a los proyectos y no deben entenderse como algo traumático porque Scrum minimiza el número de objetivos y especificaciones con las que trabaja el equipo. Completar los requisitos teniendo en cuenta el valor que aportan reduce la probabilidad de que se produzcan grandes cambios en el transcurso del proyecto.
- Reducción de riesgos
Desde el inicio, se debe de hacer frente a la mitigación de los riesgos que puedan aparecer. De esta manera, los problemas que hayan surgido en las primeras iteraciones probablemente puedan repetirse con posterioridad, con lo que se debería tener preparado su correspondiente plan de contingencia. Además, como el alcance está limitado al entregable comprometido, la aparición de riesgos se limita únicamente a lo que se va a desarrollar.
- Productividad y calidad
La propia naturaleza de Scrum busca la maximización de la productividad del equipo y una alta calidad en los desarrollos. Para ello se sirve de un proceso de mejora continua, comunicación diaria entre las partes implicadas, compromiso del equipo, estimaciones de esfuerzos conjuntas, un equipo multidisciplinar y entrega de productos de forma regular. Todo ello, con la consigna de mejorar y simplificar la iteración anterior en aras de una mejora continua.
- Motivación del equipo
Por lo general, nos encontramos más motivados cuando se reconoce nuestro trabajo y se nos da la oportunidad de mostrar nuestros logros. En la generación del equipo Scrum, se procura contar con profesionales que encajen en el modelo de trabajo por objetivos y se fomenta la motivación para tener cierta libertad creativa y para gestionar nuestro propio tiempo.
