El índice de envejecimiento de la población en España ha crecido en los últimos años. El ámbito funerario nota esta subida traducida en mortalidad, y esta consecuencia repercute directamente en el mercado laboral sobre aquellas profesiones demandadas para el tratamiento de cadáveres y la gestión mortuoria.
La calidad de vida de las personas ancianas, a su vez, está experimentando un deterioro general, según el ranking de Envejecimiento Global, formado por 96 países, elaborado por la ONG HelpAge Internacional. Sólo en 2015 fallecieron en España 26.446 personas más que en el año anterior. En cualquier caso, aunque esta cifra retorne a los índices registrados en anteriores años, el sector funerario nunca cae en cuanto a las actividades laborales que abarca, entre ellas, las desarrolladas en el campo profesional de la Tanatopraxia y Tanatoestética, o lo que es lo mismo, el embalsamiento y conservación de cadáveres, así como su preparación estética.
Hoy en día, realizar un curso tanatopraxia ofrece salidas laborales en todas las Comunidades Autónomas, no sólo en tanatorios, sino también en centros geriátricos, aseguradoras y hospitales, que necesitan contar con personal cualificado para cubrir la demanda existente de tanatoestetas y tanatopractores/as. Dadas las perspectivas de envejecimiento que se siguen estimando para los próximos años en España, el sector de la tanatopraxia está destinado a crecer, aunque ya se hace patente la necesidad de formar a profesionales en esta área.
La formación especializada en tanatopraxia proporciona los conocimientos necesarios sobre aplicación de técnicas de conservación transitoria y embalsamiento de cadáveres, restauración, reconstrucción, exposición y presentación de cadáveres, extracción de dispositivos contaminantes, gestión de la actividad y tanatoestética, entre otros.
El perfil de las personas que pueden desempeñar su labor en tanatopraxia puede variar, debido a la flexibilidad permitida para ejercer la profesión, una vez superada la formación regulada por el BOE, que desde 2011 incluye el certificado de profesionalidad en Tanatopraxia, al que se amoldan los cursos profesionales de especialización. Desde personas que disponen del graduado en ESO hasta personal sanitario o perfiles con estudios relacionados con el ámbito de la salud, que hayan realizado anteriormente un curso auxiliar de enfermería, formación en geriatría, etc. hasta personas que no cuenten con conocimientos previos en anatomía y deseen especializarse para trabajar en este campo, pueden realizar su curso de tanatopraxia y conseguir la capacitación necesaria para introducirse en el mercado laboral de la funeraria.
