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7 formas de estimular la psicología emocional de los niños

La psicología emocional es una herramienta que nos permite obtener la mejor versión de uno mismo. Con ella logramos equilibrar nuestra inteligencia emocional, es decir conseguimos equilibrio entre psicología y emociones. El desarrollo de las competencias socio-emocionales de los niños y jóvenes permite el desarrollo de un carácter fuerte emocionalmente. Con él conseguirán detectar, reconocer y gestionar sus sentimientos y emociones. Y también de quienes les rodean. No te pierdas el post que nos trae Formainfancia, escuela de negocios en la que podrás formarte en pedagogía y psicopedagogía clínica.

Aquí va un repaso a los mejores ejercicios y actividades para estimular esta parte de los peques. Son súper divertidos e instructivos.

Juegos para potenciar al psicología emocional de los jóvenes

1-. Nombre y cualidades

Ya sabréis que la autoestima y el autoconocimiento son dos factores que ayudan en la confianza en uno mismo. Un factor muy importante para las personas emocionalmente inteligentes. Por eso es importante trabajarla desde la infancia. Para ello, se puede jugar con esta actividad de autoconocimiento.

Los participantes deberán anotar su propio nombre en un papel y añadir una de las cualidades que crean que les definan. Por ejemplo, anotarán “Marcos” y, tras ello, una cualidad positiva de su personalidad: “Marcos, amble”, “Marcos, ordenado”…

Sin embargo, para potenciar la inteligencia emocional hacia otros, este ejercicio también nos valdrá. Podemos pedirle a los niños que apunten también los nombres de algún compañero, su papá o mamá o alguien importante de su entorno. Así, conseguiremos que él determine quién le aporta qué de bueno.

Otras modalidades podrían ser el “juego del nombre”. Enfocado a niños más grandes o jóvenes, les pediremos que busquen una cualidad con cada letra que forme un nombre.

2-. Replicar la acusación

Controlar las reacciones es otra de las partes que busca trabajar la psicología emocional. Para ello, uno de los mejores ejercicios es el de simular una acusación y buscar la mejor manera de defenderse ante la misma. El tutor, padre, madre o monitor debe inventarse la historia por la que se le acusará. Lo divertido e interesante de este juego es la capacidad de los jóvenes y niños de ponerse en l piel de los personajes.

Cuando tengamos la historia montada, cada participante deberá explicar cómo habría reaccionado él. Así, cuando tengamos todas las explicaciones, las analizaremos y buscaremos cuál es la más conciliadora, cuál es la más conflictiva,… Lo interesante es crear un debate que les haga reflexionar hasta que entiendan que la mejor respuesta es la conciliación.

3-. Imagina la historia

Si primero les pedimos que explicaran cuál habría sido su reacción ante una hipotética situación, ahora será al revés. Los jóvenes deberán crear una historia. En ella deberán crear la situación que genere una acusación y deberán explicar directamente la solución al conflicto. Este ejercicio está pensando para grupos y mejora la asertividad.

4-. Los puntos sobre las íes

Este ejercicio consiste en verbalizar las ideas y valores personales. Por eso, uno de sus objetivos es el desarrollo de la empatía. Para ella es importante que los niños y jóvenes aprendan a escuchar y entender a los otros. Repartid recortes o fotos y pedid que elijan dos. Seguidamente, cada participante explicará qué les sugieren, los valores que inspiran y porqué han elegido esas fotos y no otras. Así podremos trabajar su eficiencia comunicativa y el respeto por los demás.

5-. Debatir en grupo

Este juego de psicología emocional tiene por público los niños o jóvenes más mayores. Sin embargo, podría ser adaptado para los más pequeños. Consiste en un ejercicio grupal en el que se genera un debate de inteligencia emocional o valores. Así, cada uno de los jóvenes argumentará a favor o en contra del tema en sí. La motivación del juego es la de encontrar soluciones y sinergias consensuadas. Una manera de enseñar a trabajar en equipo.

6-. Rueda de la vida

Una dinámica muy conocida para trabajar la inteligencia emocional y el crecimiento personal. Con ella podemos discernir dónde estamos y dónde queremos llegar. Consiste en dibujar un círculo en el centro de una hoja de papel. Dentro de ella, por otro lado, se escribirá lo que se quiera trabajar o lo que se quiera conseguir. Si es necesario, también se pueden escribir las subtareas a tratar y los métodos para conseguir el objetivo.

Por ejemplo, si uno de los jóvenes tiene como objetivo “llegar a la universidad”, debería escribir tareas  trabajar como “instituto” y, la manera de conseguirlo sería “estudiar”. Y así, seguiría con el resto de aspectos de su vida que pueda clasificar por prioridad.

Esta actividad está diseñada para adolescentes y jóvenes.

7-. Comunicación no-verbal

Los humanos no solo nos comunicamos a través de palabras. También lo hacemos con nuestro cuerpo, nuestros gestos y nuestros ojos.

Por eso, trabajar la comunicación no-verbal es muy importante para desarrollar la escucha activa y la comunicación interpersonal. Para ello, sitúa unas sillas que formen un círculo y haz que los niños se sienten dos minutos en cada sitio. Después irán cambiado de silla. La actividad consiste en conseguir que cada niño hable durante un minuto y los otros le escuchan activamente. Fijándose en su lenguaje verbal y en su postura, gestos o mirada. Después se intercambian los roles. Cuando han acabado los dos minutos, los niños cambian de silla y siguen el ejercicio con otro compañero.

¿Qué permite la psicología emocional?

Con estas actividades para el desarrollo de la inteligencia emocional conseguiremos que los jóvenes gestionen mejor sus conflictos, tanto personales como con compañeros de clase. Así, podrán canalizar sus sentimientos y emociones y reconocerse ellos mismos.

Por otro lado, estos juegos fomentan la autoestima y el refuerzo de la actitud positiva. Se alejan del miedo y refuerzan su talento, virtudes y emociones positivas. Piensa que durante la adolescencia, los jóvenes pasan por una época de inseguridad. También incrementan su capacidad de empatizar y socializar. Porque las personas somos seres sociales.

A fin de cuentas, las técnicas de psicología emocional permiten que nuestros jóvenes y niños refuercen su inteligencia emocional y tengan una vida más plena.

 

Fuente: Formainfancia European School

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