La mediación familiar es una vía que busca la resolución de conflictos en el seno familiar, donde se acepta la intermediación de una tercera persona (un mediador) en diferentes supuestos, como divorcios, en los que se hace necesaria una adecuada intervención para que las partes puedan llegar a acuerdos.
Tras la aprobación de la Ley 5/2012 de Mediación en Asuntos Civiles y Mercantiles y su posterior desarrollo reglamentario, la mediación se convierte en una vía extrajudicial ágil de resolución de conflictos. Pero para ello, es necesario que los profesionales que la ejerzan estén bien preparados, que estén en posesión de un título universitario o bien una formación profesional superior, así como la realización de un curso acreditado como el recientemente diseñado por ADAMS Formación de Mediador Familiar, autorizado para impartir online por el Ministerio de Justicia.
En 60 horas los alumnos tienen la oportunidad de profundizar en diferentes ámbitos, entre ellos, el análisis de las crisis y conflictos, recomendaciones y errores más frecuentes al negociar, técnicas y estrategias de mediación, así como otros aspectos de ámbito legislativo necesarios para el ejercicio de la profesión. Un curso que deberá superar para su posterior inscripción en el Registro de Mediación Familiar.
