Con el cambio de estación, nuestro cuerpo y mente sufren una serie de cambios que pueden provocarnos cansancio, debilidad o tristeza. Estos síntomas se conocen como astenia, siendo la astenia en primavera y la astenia otoñal las más comunes. Por lo que, si eres de las personas que padecen ante el cambio de estación, este post te interesa. Hoy vamos a hablarte de los síntomas de la astenia primaveral y cómo reducirlos. Y recuerda que puedes aprender a gestionar tus emociones y encontrar el equilibrio mental a través del Máster en Coaching, Inteligencia Emocional y Mindfulness de Veigler Business School. ¡Síguenos!
Qué es la astenia en primavera
Con la primavera llega el buen tiempo, el polen, los mosquitos y las horas de sol se alargan. Y al igual que las personas que padecen alergia deben cuidarse, las que sufren astenia primaveral también deben tener cuidado de su bienestar.
La astenia en primavera se trata de una dolencia, porque no está catalogada como trastorno, que provoca una serie de síntomas que suelen remitir en pocos días o en una semana. Ahora bien, aunque estos síntomas suelen ser leves, las personas que los padecen suelen tener problemas para afrontar su día a día.
La astenia primaveral no es un diagnostico médico, pero sí que se considera una respuesta de adaptación del cuerpo humano al cambio de temperatura y horas de luz. Y es que las horas de luz son determinantes para regular el ritmo biológico de nuestro cuerpo, por lo que un cambio en el horario puede afectarnos bastante.
Qué síntomas provoca la astenia primaveral
La astenia primaveral no afecta igual en todas las personas, pero es cierto que provoca fatiga generalizada que suele ir acompañada de:
- Cansancio psicológico.
- Falta de motivación.
- Dificultad para concentrarse.
- Dolor de cabeza.
- Insomnio.
- Bajo estado de ánimo.
- Irritabilidad.
Aunque los síntomas son similares a los de una persona que presenta un cuadro de ansiedad o estrés leve, su duración es corta y no es necesario tratarlos. Ahora bien, si perduran en el tiempo, son muy intensos o derivan en otros síntomas de mayor gravedad, podrían estar asociados a otros problemas de salud.
Por ello, te recomendamos que visites a tu médico de cabecera o psicólogo para que pueda hacerte un diagnóstico más certero.
Cómo hacerle frente a la astenia primaveral
Como hemos mencionado, la astenia primaveral no tiene un tratamiento como tal, pero si que se pueden adquirir ciertos hábitos para mitigar sus efectos. Toma nota de algunos de ellos:
Cuidar la alimentación
Siempre hay que llevar una dieta saludable y equilibrada, porque la alimentación está estrechamente relacionada con nuestras emociones. De esta manera, evita el consumo excesivo de azúcares, grasas saturadas, alimentos ultraprocesados o precocinados e hidratos de carbono refinados.
Mantenerse hidratado
El agua es indispensable para que nuestro organismo funcione correctamente, por lo que se recomienda beber, al menos, un litro y medio diario de agua. También puedes probar de beber infusiones frías o calientes.
Reducir el consumo de café y tabaco
Intenta reducir el consumo de bebidas que contengan cafeína o teína, así como el tabaco, ya que de por sí la nicotina es altamente perjudicial para la salud.
Practicar ejercicio físico
Practicar deporte hace que generemos endorfinas, mejora la calidad del sueño, mejora nuestra condición física y contribuye a prevenir muchas enfermedades. Se recomienda realizar entre media hora y una hora diaria de ejercicio físico para sentirnos mejor con nosotros mismos, tanto físicamente como psicológicamente.
Establecer un horario fijo de sueño
Para descansar bien, se recomienda dormir entre siete y ocho horas diarias. Además, lo ideal es acostarse y levantarse siempre a la misma hora, independientemente de las horas de luz.
