Tiene 18 años, pero aparenta unos cuantos menos. Se llama Austin Slack. Y, aunque el nombre delata sus orígenes británicos por parte de padre, es un murciano más desde el segundo curso del parvulario. Más allá de las particularidades físicas (pelo rubio, piel blanca, ojos claros, etc.) y bautismales (nombre poco frecuente en España) este joven destaca por una precocidad poco habitual en el mundo de la música. A Austin le gustan el rock tradicional, el funk y la música negra comercial. De hecho, hay quien lo considera una mezcla de Eric Clapton, Wham! y Prince. Por suerte, el talento de Austin no ha pasado desapercibido y ya empieza a ser reconocido en los certámenes españoles. Es más, hace pocos días el adolescente se convirtió en la estrella del festival ‘Big Up’, un concurso celebrado en Murcia con música a pie de calle.
El currículum de Austin Slack empieza a producir vértigo: ya suma más de un millar de conciertos a sus espaldas y muchísimos puntos acumulados en su tarjeta de vuelos. De hecho, hace dos temporadas que participa en la gira The Symphonic of Pink Floyd. Sorprendentemente, ha terminado compartiendo duelos guitarreros frente al público con Javier Vargas, Neuman, los mexicanos Maná o, más asombroso todavía, Steve Vai en el festival de jazz de San Javier. «He crecido con la guitarra entre las manos», explica Austin, «Entre la gente de mi edad no es muy habitual escuchar las cosas que yo escucho, pero así es desde muy niño», confiesa sin tapujos. ¿Y tú? ¿Quieres saber más sobre música? ¡Consulta los cursos disponibles en Emagister y ponte manos a la obra! ¿Cuándo empiezas?
¿Qué nos enseña la historia de Austin Slack?
- Hay que estimular la creatividad musical entre los jóvenes. Por desgracia, la materia de música tiene, demasiado a menudo, la fama de asignatura maría o facilona. Empieza a ser urgente revertir este tipo de prejuicios para que los jóvenes puedan explorar todo su potencial artístico y creativo. ¡Ir a clase de música no es solo aprender a tocar la flauta!
- Cualquier edad es buena para crear. Aunque el éxito artístico se suele asociar a edades maduras, casos como el de Austin Slack desmienten esta idea falsa. Sea como sea, hay que permitir que los jóvenes desarrollen sus inquietudes para acompañarlos con un asesoramiento poco intrusivo.
- Los certámenes, una plataforma de difusión imprescindible. Concursos como ‘Big Up’ se convierten en auténticos trampolines para dar visibilidad al talento de músicos, a priori, poco conocidos. Esperamos que otras comunidades sigan el ejemplo de Murcia y premien el interés de los jóvenes por el arte y la creación.
¿Y tú?¿Has participado alguna vez en un certamen artístico? ¿Cómo valoras la experiencia? ¡Comparte tus opiniones con nosotros en un comentario!
Fuente: El País
