Así como el arte de un maestro carpintero es conseguir dominar el uso de sus herramientas, la Programación Neurolingüística nos enseña a dominar nuestras propias herramientas. El artesano carpintero traza sus planos con medidas correctas y entonces realiza el trabajo de acuerdo con ese plan. Así es como pasa toda su vida.
En la construcción de las casas, ha de saber elegir la madera. Los troncos rectos, sin nudos, largos y de buen aspecto, se usan para los pilares que son visibles. Los troncos con pequeños defectos se utilizan para pilares internos. Las tablas de buena apariencia aunque delicadas, incluso con pequeñas imperfecciones, se usan para suelos, dinteles y puertas correderas. Los troncos más pequeños, se usan para preparar una buena leña en el invierno, y así sucesivamente.
El maestro pone a trabajar a sus hombres de acuerdo con su habilidad: soldadores, constructores de puertas, dinteles o techos. Los menos hábiles hacen trabajos menos delicados, cada uno tiene su utilidad.
Cuando el maestro conoce y distribuye bien a sus hombres en las tareas adecuadas, el trabajo es un éxito. Ha de conocer y tener en cuenta las habilidades y las limitaciones de sus hombres, circulando y moviéndose entre ellos y no ordenando nada irrazonable. También conocerá su moral y su espíritu y los animará cuando sea necesario.
El carpintero afila sus propias herramientas. Las lleva siempre consigo, cuidándolas y trabajando siempre bajo la dirección del oficial.
Levanta columnas y vigas, da forma a las tablas con un cepillo, corta madera a la medida adecuada y la encaja apropiadamente, concentrando en ello toda su atención. Este es el arte de los carpinteros.
Cuando el carpintero llega a ser completamente hábil y comprende las leyes de la carpintería, él mismo puede convertirse en maestro carpintero.
La obligación del carpintero es cuidar de sus herramientas y ocuparse de que funcionen bien, para hacer también los trabajos delicados, como altares y mesas. Estas son las especialidades del carpintero.
La obligación del maestro carpintero es que su trabajo no parezca deforme y se mantenga equilibrado, con las juntas bien alineadas y que el trabajo resulte verdaderamente armonioso, bien acabado y no simplemente terminado. Esto es algo esencial, si quieres aprender el camino.
Nosotros como el maestro carpintero, tenemos que dominar nuestras herramientas. Las herramientas nos las aporta el sistema nervioso con:
- Los ojos para ver
- Los oídos para escuchar
- La nariz para oler
- La boca para el gusto
- Toda la piel para el tacto
En la construcción de casas el maestro carpintero tiene que saber qué maderas a de elegir. Por medio de un estimulo que recibe de fuera, en este caso al verlas, tiene un programa en su cabeza donde sabe las maderas que son más adecuadas para cada función.
Al igual que nosotros cuando percibimos un estímulo de fuera mediante los cinco sentidos, nuestro sistema neurológico nos transmite la comprensión de lo que hemos percibido mediante programas que tenemos instalados. Estos programas se instalan a través de nuestras experiencias y aprendizajes.
Si yo te digo que hables en Cantones, no vas a poder hacerlo porque en tu cabeza, no hay cantones. Pero si te pido que pulses la letra Ñ sabes a que me refiero.
Y como haces con los troncos con los que haces leña, puedes hacer eso con los malos rollos o comportamientos que quieres dejar atrás, que para lo único que te pueden servir es para eso, para echarlos al fuego.
El maestro carpintero pone a trabajar a sus hombres de acuerdo a sus habilidades.
Nosotros partimos de nuestra fisiología o lingüística para trabajar nuestras habilidades, ya sea de manera verbal o no verbal.
El maestro carpintero levanta vigas y columnas, corta la madera a medida y la encaja apropiadamente para construir la casa. Nosotros lo hacemos día a día con los aprendizajes que hemos ido adquiriendo a través de los años y que encajan en nuestra vida cotidiana. Hemos aprendido a ir a nuestra casa, que ropa ponernos cuando salimos, comer, hablar, escribir todas esas letras con todas esas formas y trazos, hemos aprendido tantas cosas que son tan difíciles pero que ahora nos resultan tan fáciles que no somos conscientes de todos los logros que hemos realizado.
Podemos ser conscientes al ver como los niños aprenden las cosas y van mejorando día a día, tú una vez fuiste un niño ahora trata de recordarlo.
La obligación del maestro carpintero es que su trabajo se mantenga equilibrado y con las juntas bien alineadas.
La obligación de la PNL simplemente es que aprendamos a tener conciencia de cómo funcionamos y equilibrarnos para estar alineados. Es como un proceso educativo en el que la manera de enseñarle a la gente es a usar su propia cabeza.
Si tienes comportamientos de miedo, angustia, fobias, cualquier mal rollo. Para el cue
rpo, no existen términos de bueno o malo. El cuerpo ha aprendido a funcionar de esta manera. Tú le has dado ese aprendizaje como su mejor opción.
Yo puedo decir que no me gusta uno de mis comportamientos que se repite y se repite y quiero cambiarlo. Sin embargo, esto es solo un juicio que hago sobre mi funcionamiento. De lo que sí puedes darte cuenta es, si has aprendido a funcionar así, puedes aprender a funcionar de otra manera. Aprender son solo programas que has instalado dentro de tu cabeza.
La PNL lo que hace es enseñarnos a observar como funcionamos. Y el momento en que algo no está funcionando, yo puedo cambiar esa dirección o reorganizar mi aprendizaje porque es solo eso, una forma de funcionar hasta ese instante.
La mayoría de las veces cuando nos sentimos o nos encontramos ante una dificultad, nos hacemos preguntas del tipo: ¿Qué va mal? ¿Por qué me ocurre esto? Y aquí nos damos afirmaciones de lo que estoy haciendo mal, de lo que no me funciona y de lo que no va muy bien. En estas respuestas, no hay una retroalimentación para cambiar eso. Sin embargo si nos preguntamos ¿Cómo puedo comportarme para conseguir lo que quiero?
Empezamos a observar cómo queremos vernos. ¡Y ESO FUNCIONA!
