Las infecciones de orina son más recurrentes de lo que te imaginas, y las personas más afectadas son las mujeres. Una de las infecciones más comunes es la cistitis, una patología que se presenta especialmente cuando llega el verano debido a las altas temperaturas, el aumento en el sudor, y otros factores externos que se vuelven el escenario perfecto para promover la proliferación de bacterias.
Por este motivo, es muy importante tener en cuenta ciertas acciones para prevenir cualquier tipo de infecciones de la orina. Por ejemplo, la alimentación es uno de los aspectos fundamentales para evitar contraer infecciones. En general, una alimentación balanceada es la base para mantener una buena salud; así mismo, se ha comprobado que el consumo de determinados alimentos ayuda a prevenir infecciones urinarias.
Si te interesa saber más acerca de los efectos de la cistitis, en este post te contamos en detalle cuáles son sus principales causas y cómo evitar esta infección. Si quieres prepararte profesionalmente en este campo, la Escuela de Postgrado de Medicina y Sanidad pone a tu disposición el Máster en Ginecología y Obstetricia, un programa de calidad superior que te permitirá desarrollarte profesionalmente en esta especialidad médica.
La cistitis: causas más comunes
La infección de orina es el resultado de la presencia de bacterias en las vías urinarias. Estos organismos ingresan a través de la uretra y se proliferan rápidamente en la vejiga.
Aunque el sistema urinario tiene la capacidad de evitar que las bacterias se multipliquen, en muchas ocasiones el sistema inmune de las personas no está lo suficientemente fortalecido para luchar contra estos microorganismos y evitar que se produzca una infección, lo que provoca que los gérmenes se expandan instantáneamente provocando una infección seria en el tracto urinario.
Cuando se habla de cistitis, la bacteria E. Coli es la causante de esta infección; este microrganismo generalmente se encuentra ubicado en el tubo gastrointestinal.
Síntomas de la cistitis
Por lo general, esta infección se manifiesta de la misma manera en casi todos los casos. Sin embargo, los síntomas dependen básicamente del lugar en que se encuentra la bacteria y del organismo de cada persona, pero los más comunes son:
- Mal olor en la orina.
- Necesidad constante de orinar.
- Presencia de sangre en la orina.
- Dificultad para vaciar la vejiga.
- Dolor y ardor al orinar.
Consejos para prevenir la cistitis
Esta infección urinaria es la segunda más frecuente en España. Según las estadísticas, el 30 % de las mujeres la padecen de manera recurrente durante toda su vida.
Se ha comprobado que el consumo de ciertos alimentos es eficaz a la hora de prevenir la cistitis, pues cuentan con propiedades que ayudan a proteger la flora vaginal. A continuación, te contamos cuáles son:
- Arándanos
Los arándanos son una fruta excelente para prevenir este tipo de infecciones debido a su alto contenido en vitamina C, taninos y quercetina, pues ayuda a evitar la aparición de la bacteria E. Coli en el tracto urinario.
- Espárragos
Este tipo de verduras ofrecen un gran aporte de fibra, ideal para prevenir infecciones de este tipo.
- Brócoli
Sus aportes nutricionales ayudan a combatir la acidez en el organismo, de manera que la probabilidad de contraer infecciones se reduce significativamente.
- Rábanos
Gracias a su efecto antibiótico y diurético, los rábanos son de los alimentos más efectivos para evitar infecciones.
Papaya
Es rica en vitamina A, lo que beneficia el sistema inmunológico, al igual que la calabaza y las zanahorias, que brindan un aporte significativo de betacarotenos.
Recomendaciones especiales
Además de priorizar el consumo de estos alimentos en tu dieta, es importante crear otro tipo de hábitos saludables. ¡Toma nota!
- Bebe mucha agua. Esto ayudará a la depuración del organismo.
- No aguantes por mucho tiempo las ganas de orinar, ya que puede promover la proliferación de bacterias en el organismo.
- Orina después de mantener relaciones sexuales, pues ayudará a limpiar tus vías urinarias.
- Mantén una buena higiene en tu zona íntima, aunque evita llegar al extremo para no producir una alteración en la flora vaginal.
- Consume probióticos… son ideales para equilibrar la microbiota.
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