La mordida abierta es un problema constante en la mayoría de países, registrando aumento en aquellos que son avanzados. Es muy común, afecta la estética bucal, representa un inconveniente para la salud ya que puede empeorar con los años y afectar a la calidad de vida de las personas. Sin embargo, a través de diversos métodos, en la actualidad es fácil diagnosticarla y atenderla a través de diversos tratamientos odontológicos y quirúrgicos, como los que sugiere la Escuela Internacional de Dietética, Nutrición y salud (INENSAL), descritos a continuación.
¿Qué tipos de mordida abierta existen?
Para describirla es necesario tener en cuenta algunos conceptos. El primero de ellos es la oclusión, que se refiere a la forma cómo encajan los dientes. Es perfecta cuando los dientes del maxilar superior se ajustan calzan con los inferiores. La maloclusión se produce cuando este encaje no se produce de buena manera.
La sobremordida, la mordida cruzada, el apiñamiento de dientes o la mordida abierta son algunos de los ejemplos de maloclusión. Cuando se produce la mordida abierta, los dientes no encajan bien al morder. Esto propicia que algunos piezas dentales no entran en contacto, dejando espacios visibles entre ellas.
Existen dos tipos de mordida abierta:
- Mordida abierta anterior: se produce cuando los dientes frontales superiores e inferiores no encajan al morder. Es la más común.
- Mordida abierta posterior: ocurre cuando los dientes traseros no contactan entre sí al cerrar la boca.
¿Cuáles son sus causas?
Cada caso es particular, por tanto no es sencillo determinarlas. En general, se produce debido a factores genéticos, clave en su manifestación. Además de ellos también influyen determinados hábitos adquiridos durante la infancia.
Las causas más comunes, en el caso de la mordida abierta anterior, son las siguientes:
- Uso prolongado del chupete.
- Succión del pulgar durante la niñez.
- Empujar los dientes con la lengua.
- Crecimiento anómalo del hueso maxilar.
Cuando se trata de la mordida abierta posterior es más complejo precisar las causas. Sin embargo, dentro de ellas se encuentra la ausencia de dientes posteriores.
¿Qué problemas de salud pueden desarrollarse?
En un principio, el más evidente es que afecta la estética bucodental. Funcionalmente, la mordida abierta puede provocar diversos inconvenientes en la salud. Entre ellos se encuentra la dificultad para masticar, posibles alteraciones en el habla y desarrollo de ceceo.
Además de estas dificultades, en algunos casos se producen dificultades para respirar. Esto es debido a que los maxilares no se han desarrollado de forma adecuada. Algunos pacientes experimentan inconvenientes para obtener el oxígeno que se necesita con solo respirar mediante la nariz, por lo que se ven forzados a respirar por la boca, algo que puede agravar la maloclusión.
En los casos más extremos es posible que se desarrollen trastornos de la articulación temporomandibular. Estos se manifiestan generando dolor de cabeza, cuello, rostro o chasquidos de la mandíbula, entre otros síntomas. Esto, a su vez, genera estrés físico en los músculos y las articulaciones que conectan la mandíbula con el interior de la cabeza.
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