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Cómo crear un aula multisensorial y cuáles son sus beneficios

El aula multisensorial favorece la percepción de sensaciones que, a la vez, permiten a los niños desarrollar el aprendizaje por medio de la acción y la experimentación. Se trata de un escenario especialmente ideal para los alumnos de educación especial, para favorecer su adquisición de conocimientos y aptitudes.

A continuación, profundizamos en los usos y aplicaciones de este tipo de contextos educativos, pero si buscas una formación que te capacite para diseñar estos espacios, puede interesarte el Curso de Estimulación Sensorial, donde aprenderás a desarrollar los sentidos en la infancia.

¿Qué es un aula multisensorial?

El aula multisensorial – también conocida como aula Snoezelen – es un espacio diseñado para que los niños con discapacidades puedan interactuar con el medio a partir de la estimulación de sus sentidos. Con lo cual, los menores pueden potenciar sus habilidades sociales e intelectuales a través del descubrimiento.

De modo que las aulas de estimulación sensorial se emplean para trabajar las capacidades de los pequeños, como son las sensaciones, las habilidades de percepción y la integración sensorial.

Los espacios de estimulación sensorial y Snoezelen se caracterizan por promover la relajación, la autoconfianza y el autocontrol. Igualmente, son contextos que incentivan la exploración y las capacidades creativas y que, a la vez, aportan bienestar y reducen las alteraciones conductuales.

La exposición a estos espacios sensoriales se indica desde los cuatro meses hasta los cinco años. Normalmente, suele haber dos educadores por aula y se trabajan todos los sentidos (olfato, vista, gusto, tacto y oído) y habitualmente con grupos muy reducidos.

Beneficios de las aulas multisensoriales

Los sentidos permiten a los niños potenciar sus funciones cognitivas y emocionales desde edades tempranas. En este contexto, un aula multisensorial es un espacio muy efectivo para potenciar el aprendizaje especialmente en entornos de educación especial, donde los niños con discapacidad pueden ampliar sus conocimientos y mejorar sus habilidades mediante la percepción de estímulos.

Por ello, son muchas las ventajas de las aulas snoezelen, entre las cuales, podemos mencionar las siguientes:

  • Promueven las habilidades sensoriales en los niños que tienen alguna discapacidad.
  • Ayudan a mejorar la coordinación y mejoran la concentración y la capacidad de atención.
  • Desarrollan el pensamiento lógico.
  • Contribuyen a la socialización y mejoran las habilidades comunicativas de los menores. Por ello, son escenarios óptimos para fomentar el aprendizaje en los niños con trastornos del neurodesarrollo, como el autismo.
  • Dan pie a trabajar las funciones cognitivas, pero también permiten la activación corporal, ya que los espacios multisensoriales pueden disponer de aparatos para ejercitar las piernas, los brazos o la vista, entre otras partes del cuerpo.
  • Mejoran la calidad de vida de los niños con discapacidades, incrementando su capacidad de autonomía y favoreciendo su bienestar emocional y psicológico.
  • Permiten la experimentación y la exploración.

Cómo se trabajan los sentidos en espacios multisensoriales o Snoezelen

En las aulas multisensoriales o Snoezelen se trabaja a través de los sentidos como la vista, el tacto, el olfato o el oído, empleando materiales multisensoriales como los siguientes para promover la exploración y, simultáneamente, el aprendizaje, así como el pensamiento lógico y otras habilidades mencionadas anteriormente.

Vista

La estimulación visual se trabaja a través de materiales como la fibra óptica, la mesa de leds o las luces sensoriales. También pueden emplearse proyecciones en las paredes, techos y suelos.

A través de las luces, alternando las cálidas y las relajantes, se puede fomentar la gestión de las emociones, la atención y la autonomía en la infancia.

Oído

Para estimular este sentido, la música es una de las mejores opciones para incentivar la creatividad y promover la relajación en los pequeños, entre otras sensaciones.

Tacto

En este caso, se utilizan distintos materiales de diferentes texturas para aportar sensaciones varias y ejercitar la psicomotricidad fina.

Olfato

El olfato se puede estimular con la identificación de olores para que los niños aprendan a distinguir los distintos aromas de una forma divertida a la par que didáctica. En este sentido, también se fomenta la memoria y las sensaciones en el aprendizaje infantil.

Gusto

Estimular el gusto en un aula multisensorial puede ayudar a los menores a diferenciar los sabores y texturas de los alimentos y a fortalecer la movilidad bucal, labial y lingual. Además, se contribuye a mejorar el control de la succión, la deglución y la masticación.

Cómo crear un aula multisensorial

Ahora que sabemos qué es un aula multisensorial, cuáles son las ventajas que aporta para la educación especial y cómo se trabajan los sentidos en este tipo de contextos, toca ver cómo crear rincones multisensoriales para promover el aprendizaje a partir de estímulos visuales, auditivos, táctiles, olfativos y gustativos.

Para crear un aula de estimulación sensorial es imprescindible contar con materiales y recursos que permiten crear una atmósfera idónea para trabajar los sentidos, de acuerdo a los objetivos establecidos y a las necesidades de cada niño.

Espacio visual

Para estimular el sentido de la vista se puede crear un rincón con objetos de varios colores llamativos, como las fibras luminosas, las bolas luminosas o las columnas de burbujas.

Asimismo, en el espacio deben reinar las luces de diferentes tonalidades. Por lo que, las lámparas de lava o con sensores, que se activan con el movimiento o el tacto, son buenas opciones para crear un aula Snoezelen.

Espacio auditivo

El rincón auditivo deberá equiparse con objetos y recursos que emitan música y sonidos distintos, como cajas o instrumentos musicales (panderetas, tambores, huevos sonoros, cascabeles…).

Espacio olfativo

Para crear un rincón dedicado a la estimulación del olfato es ideal utilizar ambientadores de tela, aceites esenciales y difusores de aromas.

Espacio táctil

El espacio para estimular el sentido del tacto deberá abastecerse de objetos como pelotas de distintos tamaños y pesos, esponjas, plumas, globos y cuerdas.

Espacio gustativo

El gusto también puede estimularse en las salas multisensoriales. Por ejemplo, se puede vendar a los niños con un pañuelo y estimular su paladar con fruta, verdura, quesos, frutos secos o especias.

En este contexto es interesante alternar alimentos con distintos sabores de contraste: dulce, salado y agrio para experimentar e identificar cada sensación.

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