Si hablamos de la educación infantil tenemos que destacar tres aspectos básicos e imprescindibles de esta etapa educativa que comprende de los 0 a los 6 años. Te explicamos cuáles son estos tres aspectos.
- Creatividad: esta es una etapa de la vida donde el niño rebosa de creatividad a todos los niveles y en varias dimensiones diferentes. Muchas veces no es necesario romperse la cabeza para planificar una actividad, como afirman muchas de las pedagogías alternativas. Los niños y niñas en estas edades tan tempranas con casi cualquier objeto son capaces de crear por ellos mismos un juego y/o una actividad. Además, hablamos de creatividad a dos niveles diferentes: no solo como capacidad de los alumnos, sino también como competencia que deben de tener los maestros de educación infantil. Existen también otra serie de actividades y juegos guiados, donde el profesor tiene que mostrarse creativo a la hora de planificar, organizar y ejecutar la tarea.
- Dinamismo: las actividades que se realizan en una aula de infantil no basta con que sean creativas: también es necesario que sean dinámicas. Eso quiere decir que no puede ponerse a los niños a pintar todos los días, sino que habrá que alternar ese tipo de actividades con bailes, cantos, teatro…para que el alumno desarrolle su creatividad e inteligencia en el mayor número de campos y áreas posibles.
- Participación: en la educación infantil es casi imposible pensar y/o plantear una actividad donde los niños y las niñas no participen activamente. Las sesiones magistrales y las clases expositivas son prácticamente inexistentes puesto que la atención de un niño a estas edades es reducida y lo que necesita es variación, con mucha constancia dentro de las posibilidades del trabajo que se puede realizar en un aula.
La participación del alumnado en las actividades del aula no simplemente se limita a realizar las actividades que el maestro va explicando. En algunas ocasiones, en las edades de 3, 4, 5 y 6 años es posible implicar a los alumnos en la planificación, la ejecución y la evaluación de una actividad.
Una actividad que reúne todo lo anteriormente comentado (creatividad, dinamismo y participación) y que es totalmente idónea para la edad y el momento evolutivo de cualquier alumno de educación infantil es el establecimiento de las normas. A estas edades, entre los 3 y los 6 años, es importante empezar a explicar y tratar con los alumnos las normas de clase. Si bien las normas siempre han existido, es bueno que ahora se los haga conscientes de la importancia de aceptarlas.
Después de que hayan pasado los primeros días de clase, podemos proponer la redacción de unas normas entre todos para la organización, la convivencia y el buen funcionamiento del aula. Probablemente, con los más pequeños, el docente tendrá que insinuar o medio explicar alguna norma para que ellos la acaben redactando, pero poco a poco, a medida que pasan los años, los mismos alumnos serán capaces, mucho antes de finalizar la educación infantil, de saber cuáles pueden ser las normas que ha de tener un aula y de reflexionar porque son necesarias cada una de ellas. Además, a medida que va apareciendo cada norma, podemos dibujarlas a modo de ejemplo para colgarla en el aula y recordarla siempre que sea necesario. Incluso, podemos establecer un sistema de recompensas a los que mejor han sabido poner en práctica estas normas.
La etapa educativa de la educación infantil es un momento clave en el desarrollo del niño, además de ser el primer contacto que tiene con el mundo educativo. Es por ello que es este el momento para practicar y empezar a implantar las posibles normas de un aula siguiendo los tres aspectos básicos como son la creatividad, el dinamismo y la participación que nos ayudaran a realizar una nueva labor como docente.
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