El animador sociocultural se encarga de desarrollar distintas actividades sociales pensadas para la integración, participación y concientización de las comunidades con el fin de promover su evolución. Esta es un área en la que, actualmente, diversos profesionales desarrollan carrera, poniendo a disposición de los entornos distintos conocimientos y virtudes. Las personas interesadas en este campo pueden realizar una formación en Educación social que les dará todas las herramientas necesarias para poder abordar cada caso.
¿Qué es la animación sociocultural?
La animación sociocultural combina actividades de ocio que, desde una perspectiva pedagógica, potencian la implicación, el aprendizaje, la relación social, el entretenimiento y la participación de distintos grupos, siendo una propuesta clave en diversas etapas de la vida.
Esto último involucra a la tercera edad, no solo a la infancia, la adolescencia y la juventud. Eso hace posible que uno de los espacios en los que esta figura tiene mayor cabida sea en las residencias para personas mayores, a quienes se les proponen una serie de actividades de ocio pensadas para mejorar su calidad de vida a través de la integración.
Además de la recreación, el animador sociocultural también integra diversos áreas, como la cultura, para ofrecer una experiencia aún más rica y formativa desde el punto de vista individual y grupal. De esa manera se refuerza y fomenta la transformación social. A partir de este punto, se procura la animación sociocultural de una manera recreativa y educativa.
Objetivos del animador sociocultural
El animador sociocultural tiene como principal objetivo transmitir valores e ideas vinculadas con el crecimiento personal y social, a través de virtudes como el respeto, la educación y la cooperación entre los miembros de una comunidad.
Fomentar la integración
A través de la herramientas de un animador sociocultural se propicia la integración social. Esto es posible debido a que cada uno de los participantes se relaciona con los otros miembros a través de actividades y dinámicas recreativas y educativas. Estas acciones generan un contexto de interacción en que se comparten experiencias y formas de pensar, dando espacio a cada persona para que participe y se exprese.
Promover valores
A través de las dinámicas, se propicia un espacio de aprendizaje en el que se expresan valores como el respeto, la comprensión, la empatía, entre otros. La colaboración y el compañerismo también destacan al ser dinámicas grupales.
Estos valores trascienden estas etapas de trabajo, influyendo positivamente en las dinámicas sociales. ¿Por qué? Porque cada participante puede aplicar cuanto aprende y experimenta en las distintas áreas de la sociedad en las que hace vida, partiendo de su entorno más cercano: familia y vecinos.
En este sentido, conviene recordar que cada persona es única, diferente a otra. Por tanto, está compuesta por una serie de valores que se pueden integrar a otros para enriquecer las experiencias ciudadanas.
Potenciar el acceso a la cultura
La cultura y el conocimiento se consideran aspectos clave para mejorar la calidad de vida y el desarrollo personal de cada persona. Al fomentarlos mediante un animador sociocultural se aporta herramientas a las personas para que se acerquen a estos campos de recreación y formación.
De esa manera se incentiva la búsqueda de nuevas metas y la toma de decisiones en diversos aspectos. De ahí el valor del animador sociocultural, quien sirve de mediador entre las áreas y las personas participantes.
¿Cuáles son las funciones del animador sociocultural?
Aunque la experiencia pueda ser enfocada desde un punto de vista ciudadano, las virtudes de un animador sociocultural también pueden ser aplicadas en los campos profesionales e incluso hacer carrera. Los interesados en desarrollarse dentro de este campo deben tener claras cuáles son las funciones de un animador sociocultural. Estas son algunas:
- El animador sociocultural es responsable de planificar diferentes dinámicas. Para ello se basa en el estudio de diversas necesidades dentro del entorno. De esa manera puede estructura las actividades, definir el objetivo y el método para alcanzarlo. Esto lo realiza a través de un acompañamiento cercano del grupo, motivando a las personas en todo momento y atendiendo sus inquietudes. Destaca por su trato profesional, sí, y también por su capacidad de empatizar personalmente.
- El animador sociocultural debe participar en los diversos proyectos de animación sociocultural. En un primer momento se involucra en la planificación y, posteriormente, en las diversas dinámicas de la actividad. Esto involucra acciones como el fomento de la comunicación entre los participantes. Luego de las tareas, su siguiente función es evaluar los resultados, analizando tanto la actividad como su impacto en los participantes, pensando siempre en fortalecer virtudes, experiencias y valores que luego puedan replicarse en distintas áreas de la sociedad.
Actividades de animación infantil y juvenil
Además de los proyectos orientados a residencias de mayores, el animador sociocultural debe estar en capacidad de adaptar sus conocimientos a diversos grupos de trabajo. La intervención sociocultural puede ser dentro de empresas, con adultos mayores o incluso niños y jóvenes, uno de los grupos más importantes.
Una de las actividades clásicas en este sentido es el cuentacuentos, una acción que combina educación con entretenimiento, ya que los participantes se acercan a historias, valores, mensajes y reflexiones de una forma entretenida.
Otra de las acciones vinculadas con los más pequeños es el teatro. A través de presentaciones se puede fomentar el cultivo de historias y relatos a través de la diversión, combinando distintas áreas para facilitar su comprensión. Un elemento clave dentro de estas dinámicas es el juego, eje principal para lograr la conexión entre diversión, mensaje y reflexión.
Dentro de estas dinámicas también puede considerarse el deporte, en especial cuando los grupos son más juveniles que infantiles. El animador sociocultural puede apoyarse en distintas disciplinas para fomentar valores como el trabajo en el equipo, el esfuerzo y el compañerismo. Estas etapas son clave en el crecimiento de las personas. Por ello es importante fomentar diversos valores que luego puedan ser replicados en otros espacios y áreas de la sociedad.
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Fuente: Formainfancia
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