Toda empresa refleja sus valores y personalidad mediante su imagen corporativa. Esta está compuesta por todos aquellos elementos que conectan al público objetivo con nuestra marca y que hacen que nos elija. Mejorar esta imagen es crucial para dar ese paso que estás buscando en tu empresas. Hoy te hablaremos de qué beneficios te aporta.
¿Para que sirve la imagen corporativa?
Todas las más grandes marcas han encontrado su sello distintivo, algunas han inspirado su nombre en tradiciones clásicas como Nike, que inspiró su nombre en la diosa griega de la victoria Niké. Otras marcas han registrado un color representativo, como el tono rojo de Coca-Cola. Apple, por su lado, creó su logo como representación del conocimiento, un doble juego entre la manzana del Árbol del Edén y Newton. Estas marcas y muchas otras son ejemplos de éxito en la creación de una imagen corporativa.
Gran parte del trabajo consiste en dar con un diseño auténtico que genere identidad en el consumidor. A partir de ello podremos definir qué somos, qué ofrecemos y a quién nos dirigimos, estos son los lineamientos fundamentales para crear tu reputación empresarial. Trabajar este aspecto permite obtener varios beneficios a las marcas, como son los siguientes:
- Aumenta el valor de los productos y servicios ofrecidos.
- Se consigue que el público objetivo se sienta identificado con la filosofía de la empresa.
- Ayuda a conectar a nivel emocional con el cliente para crear experiencias sensoriales.
- Aporta seguridad y confianza al cliente, lo cual también contribuye a fortalecer la marca empresarial.
¿Cómo mejorar la imagen de tu marca?
El objetivo de la imagen corporativa es dotar a tu marca de identidad, para ello debes determinar la personalidad de tu marca y ver qué es lo que representa. La imagen de tu marca deberá controlarse y supervisarse de forma continua e, incluso, adaptarla a los cambios en las tendencias del momento si fuera necesario. De hecho, según expertos en comunicación, al innovar, la marca consigue una posición más competitiva en el mercado. Para ello, convienen tener en cuenta algunos puntos:
- Análisis de los puntos fuertes y débiles: Se debe ser consciente de que siempre es posible hacerlo mejor. Por ello es importante hacer un diagnóstico de las fortalezas y debilidades de la empresa es esencial para determinar si es necesario incorporar algún cambio. El análisis DAFO es una herramientas muy útil para controlar la viabilidad de la identidad corporativa. Al conocer nuestros riesgos y debilidades, podremos buscar soluciones y nuevas oportunidades que mejoren la imagen del proyecto.
- Desarrollar nuevos canales de comunicación: Los usuarios buscarán interactuar con tu marca mediante distintos canales como redes sociales, web, e-mail. Deberás cuidar la comunicación de cada uno de ellos y saber elegir cuál es el más útil y compatible con la actividad principal de la compañía.
- Planificar la estrategia de comunicación: La identidad corporativa es el resultado final de lo que se ha establecido en la estrategia comunicativa global, que consoliden la relación con los clientes. La presencia online de la marca debe estar bien trabajada para así lograr un buen posicionamiento en buscadores que, actualmente, es uno de los elementos más relevantes.
- Brindarle una personalidad propia: Con la marca ya creada, lo siguiente que debe hacerse es trabajar en generar identidad. Esto implica un trabajo continuo, pero también ser fil a los valores propios de la compañía. Además, se deberán seguir ciertos estándares que darán uniformidad a la empresa: tipología, logo, estilo, materiales y contenidos, son algunos del os elementos que harán tu imagen corporativa.
Fuente: Select Business School
