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¿Cómo estudiar leyes para las oposiciones?

leyes

La memorización de leyes acostumbra a ser importante en la parte teórica de las oposiciones. Y es que a veces las preguntas tienen que ver con las normas reguladoras de cada sector. En este sentido, aprenderse las leyes de cabo a rabo puede convertirse en un auténtico quebradero de cabeza, especialmente si no se proviene del mundo del Derecho. Sí, los abogados cuentan con cierta ventaja a la hora de memorizar. Pero que no cunda el pánico. Por suerte, existen técnicas de memorización para interiorizar cualquier contenido. También el de las leyes, que se caracteriza por un lenguaje extremadamente técnico y barroco. En otras palabras: la memoria es como un músculo. Así pues, cuanto más se ejercita, más ágil se vuelve. 

En este post, presentamos algunos trucos para que el proceso de estudio sea lo más ágil posible. ¿Y tú? ¿Quieres presentarte a las oposiciones y temes que la mente te juegue una mala pasada? Pues busca la mejor academia especializada y prepárate con profesionales de largo recorrido. Échale un vistazo al buscador de Emagister y elige el curso que mejor se adapte a las necesidades. ¡Mucha suerte, futuro opositor!

Leyes y oposiciones: ¿qué hay que tener en cuenta?

El peso de las materias legales varía en función del cuerpo o administración al que nos presentemos. Normalmente, la Constitución y los estatutos de autonomía aparecen en la mayoría de ámbitos. Sin embargo, las oposiciones de Justicia ganan por goleada en la memorización de leyes. Por ejemplo, las preguntas relativas a la Ley de Enjuiciamiento Civil tienen un peso del 30% y las de la Ley Orgánica del Poder Judicial del 25%. Por todo ello, hay que tener en cuenta que:

  • La comprensión lectora es el primer paso. Si un opositor no entiende lo que estudia, no solo tardará más tiempo en aprenderse la ley de memoria, sino que es más que probable que se quede en blanco el día del examen. En caso de dudas léxicas, es recomendable comprarse un diccionario. En este sentido, los diccionarios especializados en materias legales son de gran ayuda.
  • La extensión de las leyes puede variar. Basta con abrir una página de la Constitución y comprobar la longitud de los artículos: unos son más largos y otros más cortos. Cuando hay que memorizar una ley extensa, es recomendable partirla en dos para evitar bloqueos.
  • El repaso es fundamental. Para que el aprendizaje sea significativo, conviene ir reforzando los contenidos. Es decir, no relegarlos a la memoria inmediata, mucho menos duradera. Por eso, se recomienda ir estudiando o repasando un poco cada día.
  • Los resúmenes, esquemas y subrayados son de gran ayuda. Tener la mente ordenada, saber lo que vamos a explicar: este es el objetivo. En definitiva, hay que tener un esquema mental nítido sobre los contenidos principales de la ley. ¿Cómo lograrlo? Para empezar, a través de resúmenes, esquemas, subrayados, mapas conceptuales, etc. ¡Elige la técnica de estudio con la que te sientas más cómodo!

5 consejos para sintetizar las leyes durante el estudio

Si lo ves claro, puedes recurrir a estos cinco tips para elegir el estudio:

  1. Separa las leyes por partes. Todas las leyes constan de los siguientes apartados: títulos, capítulos, secciones, artículos y disposiciones. Tenlo en cuenta para elaborar el esquema. Respeta el orden y, sobre todo, no te dejes ninguna parte.
  2. Cíñete al texto. Aunque reescribir la ley con palabras sencillas puede ser útil para comprender el contenido del texto, también puede resultar perjudicial en la memorización. Así pues, procura limitarte a estudiar el texto tal como es cuando quieras memorizarlo.
  3. Juega con los colores. ¿Tienes memoria visual? Si es que sí, te recomendamos que uses rotuladores de distintos colores para dividir la ley en parte. Ten en cuenta que algunos colores oscuros pueden disminuir la legibilidad.
  4. Establece un orden. La estructura de las leyes tiene un orden, pero el contenido también. Normalmente, se explica de qué va la ley, qué organismo lo regula, qué requisitos hay que cumplir, qué sanciones existen, cuáles son sus disposiciones, etc. Ordenar el contenido es básico para que la memorización resulte más sencilla.
  5. Haz ejercicios de memoria. Si ves que memorizar textos complejos no es lo tuyo, empieza con ejercicios de memoria asequibles. ¿Has probado de memorizar una lista de diez elementos y posteriormente invertir el orden? Este tipo de gimnasia cerebral te ayudará a obtener mejores objetivos.

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