Algunos estudios, como el llevado a cabo por FETE-UGT, afirman que la mayoría de los docentes, sobretodo los que se dedican a la Enseñanza Secundaria, es el colectivo más vulnerable de padecer agotamiento emocional. Dicho agotamiento puede traducirse en estrés o, en un estado más avanzado, en el Síndrome de Burnout.
Lamentablemente, no se habla mucho del Síndrome de Burnout en nuestra sociedad. Dicho síndrome se desencadena tras sufrir una continua exposición a altos niveles de estrés que las personas no son capaces de gestionar adecuadamente. Es bastante frecuente en profesiones como la docencia, que trata a diario con personas que están en continua evolución.
3 consejos para plantarle cara al estrés
Algunos consejos que ayudan:
- Ser positivo: El estudio concluye que los docentes que se muestran positivos, que escuchan y prestan atención a las emociones de sus alumnos, así como los que sonríen y hacen bromas tienen menos probabilidades de no sufrir tal agotamiento.
- Autocuidado: Partiendo que si uno mismo no se cuida le resultará imposible ayudar a los demás, con los docentes aún es más acuciante cumplir con este punto.
- Organización: Ya no sólo del tiempo en el aula sino también del ambiente y el entorno laboral. Dicho entorno debe ser asertivo y respetuoso con las necesidades tanto de alumnos como de docentes.
