Llegan las esperadas vacaciones de verano, termina la rutina de la escuela y empiezan los días de sol, de campamentos, de bicicletas, de correr y reír con los amigos, de levantarte cuando te dé la gana y acostarte cuando quieras. Todo un cúmulo de sensaciones que hacen difícil concentrarse en el estudio. Estudiar es como volver al pasado y los chicos y chicas sólo reconocen el presente. El futuro les queda lejos.
Los padres sabemos que las acciones del pasado serán las que nos enseñen a vivir el presente, que llegará un día que el futuro atrapará a nuestros hijos, será entonces su presente, con todas sus consecuencias. Es decir, mientras nuestros hijos sólo entienden de presente, nosotros nos preocupamos por su futuro, palabra que para ellos no tiene ningún significado y para nosotros es nuestra principal preocupación hacia ellos y lo que les pueda deparar.
Los padres sabemos que estudiar y aprender les facilitará la vida en el futuro. Pero, ¿cómo podemos hacerles entender algo que aún no han vivido? ¿Cómo hacer que tus hijos no abandonen el pasado este verano y no dejen sus tareas a un lado?
Para los estudiantes abrir los libros en verano es una obligación, cuando lo que tendría que ser es un hábito, una actividad más dentro de estos días de asueto.
Motivarles para que aprendan este hábito es una de nuestras tareas como padres. En este artículo te ofrecemos 5 ideas que pueden ayudarte.
1.- Implícate : Muestra interés por las asignaturas de tus hijos, pregunta a los profesores cómo ven su evolución intelectual, dónde tienen que mejorar, qué tareas les resultan más complicadas y el porqué. Pídeles consejo pedagógico si hace falta.
2.- Implícale : Estar al día de los intereses de tu hijo es fundamental para que se sienta apoyado, pregúntale a él cómo quiere organizar su tiempo de vacaciones. Una buena opción es crear un plan de estudios “ veraniego” dónde él mismo elija cuándo estudiar. Que sea él mismo el que escoja su lugar de estudio. No todos nos concentramos en una mesa y en una silla, ¿ su habitación? ¿el sofá de casa? ¿en el jardín? ¿sentado bajo un árbol? ¿en la biblioteca? ¿en silencio o con música ? Pregúntale, que piense cuál podría ser su lugar preferido de estudio y que se ponga a ello.
3.- Quien madruga… : Por la mañana es cuando mas despejados estamos y nuestro cerebro absorbe más información. Además si lo primero que hacemos en el día es terminar nuestras tareas sentiremos la recompensa de tener todo el día libre.
4.- Estudiar no es un castigo : Estudiar es aprender. Si tu hijo ha suspendido alguna asignatura, que no se sienta que estudiar es un castigo por su suspenso, sino, una nueva oportunidad para conseguir un objetivo: aprobar.
5.- Disfrutar: Gozar juntos de las horas de estudio, sobre todo, si los niños son pequeños. Esto proporcionará un clima de complicidad, de camaradería, de juego. No mostrar nunca síntomas de nerviosismo, más bien incentivarles a que ellos mismos busquen sus propios recursos para superar las dificultades que se puedan encontrar haciendo sus tareas. Nuestro objetivo es no coartar su autoestima, sino enseñarles a confiar en sus propias capacidades.
