Aprende a aprender de tus hijos

El hecho de tener un hijo implica muchísima responsabilidad, un cambio enorme en la vida de una persona. Miles de preguntas se agolpan en nuestra mente, ¿lo haré bien?, ¿sabré cuidarlo cuando enferme?, ¿responderé sus preguntas de tal manera que él me entienda?, y una pregunta clave ¿sabré educarlo?

Pues bien, aparte de darles a nuestros hijos la mejor educación que podamos, enseñarle cada día cosas nuevas, también tenemos que tener nuestra mente abierta para aprender de ellos. Un hijo puede enseñar muchas cosas a sus padres. ¿Quieres saber qué puedes aprender de tus hijos?

Lo que podemos aprender de nuestros hijos…

1. Lecciones de humildad: A ellos no les importa decir que no tienen esto o que no tienen de lo otro, en cambio  nosotros  cuanto más podamos aparentar, mejor.

2. Inocencia: No tienen picardía, y eso lo engloba todo, eso es lo que hace precisamente que sean especiales, que crean en la magia de las cosas, que confíen en ellos mismos, que se ilusionen por todo. A nosotros cada día nos cuesta más tener ilusión por las cosas, esperando siempre algo de los demás, sin darnos cuenta de que cuanto más esperemos de alguien que creemos que está ahí, menos cosas recibiremos.

3. Reírse de verdad: Sin falsedad, una risa limpia sin intentar quedar bien con nadie. Los adultos sonreímos muchas veces sin ganas, a disgusto.

4. Demostrar el amor sin vergüenzas: A ellos no les importa demostrar su amor en público, llenándote de besos y abrazos cuando te ven llegar. A nosotros nos cuesta cada día más decir a las personas que nos importan que las queremos.

5. Ser puro, auténtico: Sin miedo al qué dirán y qué pensarán.

6. Paciencia: Un niño nos puede enseñar a tener paciencia, ¡fíjate el tiempo que se toman para montar un puzle!, nosotros nos desesperamos a la tercera pieza.

Cómo tus hijos te pueden ayudar a evadirte de los problemas diarios…

En estos tiempos que vivimos de tempestades, nos pasamos más de la mitad del día con el ceño fruncido, pensando inconscientemente en nuestros problemas. Pero es necesario, sacar fuerzas y aprender a ser felices con nuestros hijos. Aquí tienes unos pequeños consejos para conseguirlo: 

1. Mira a tus hijos, siéntate con ellos.

2. Escúchalos.

3. Contágiate de su filosofía de vida.

4. Arrodíllate frente a ellos para que puedas ver las cosas desde su punto de vista.

5. Dibuja cosas sin sentido.

6. Haz muecas frente al espejo.

Seguramente, cuando hagamos esto será cuando comencemos a valorar los pequeños detalles. Y no preocuparnos por otras cosas, hazlo aunque sea media hora al día que es la mejor terapia para afrontar tus problemas. ¿Te apuntas?