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Cómo reducir el consumo de alimentos ultraprocesados: consejos prácticos para una alimentación saludable

Los alimentos procesados son aquellos que han sido sometidos a diversos procesos mecánicos o químicos, ya sea para mejorar su sabor, textura, caducidad o por comodidad.

En la sociedad actual en la que vivimos, los alimentos procesados son muy comunes en nuestro día a día, de hecho forman parte de la dieta de la mayoría de las personas.

Pero, ¿por qué deberíamos reducir este tipo de producto?

  • Valor nutricional:

En la mayoría de los casos, los alimentos procesados suelen tener un alto contenido en azúcares añadidos, grasas poco saludables y un bajo contenido en nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y fibra dietética. Estos alimentos suelen perder sus nutrientes naturales durante el procesado y pueden contener aditivos artificiales. 

  • Control del peso

Los alimentos procesados suelen tener un alto contenido en azúcares añadidos, grasas poco saludables y carbohidratos refinados por lo que es normal que implique un consumo excesivo y una alteración de la regulación del apetito. 

  • Riesgos para la salud

Un consumo habitual de alimentos procesados se ha relacionado con un mayor riesgo de padecer diversas enfermedades como la obesidad, la diabetes de tipo 2, las cardiopatías, ciertos tipos de cáncer y la hipertensión. 

  • Aditivos alimentarios y conservantes

 Los alimentos procesados contienen en muchas ocasiones aditivos artificiales, aromatizantes y conservantes para mejorar el sabor, la textura y la vida útil. Algunos de estos aditivos se han asociado a efectos adversos para la salud, como reacciones alérgicas e hipersensibilidad.

  • Dieta poco equilibrada

Los alimentos procesados tienden a ser densos en energía pero pobres en nutrientes, lo que significa que aportan muchas calorías sin un valor nutricional significativo. 

A pesar de la facilidad que implica optar por comida procesada en muchos casos y la dificultad de eliminarla por completo, aquí te traemos algunos consejos sencillos para reducir su consumo.

  • Cocina más en casa

Planifica tus comidas con antelación, haz una lista de la compra e intenta cocinar la mayoría de las comidas en casa; cocinando todo desde cero tendrás el control sobre los ingredientes.

  • Incluye alimentos sanos

Céntrate en alimentos integrales como frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y legumbres; ya que estos alimentos están menos procesados y aportan nutrientes esenciales.

  • Picar entre horas, pero equilibrado

A todos nos puede entrar hambre entre comida y comida, pero es importante que tus snacks sean también saludables. Puedes optar por frutas, frutos secos crudos, yogures… Estas opciones son más nutritivas y están menos procesadas que la mayoría de los  snacks ya preparados.

  • Lee las etiquetas

Cuando compres alimentos envasados, lee las etiquetas nutricionales. Intenta buscar productos con menos ingredientes y evita los que contienen azúcares añadidos, grasas poco saludables o aditivos artificiales.

  • Limita la comida rápida y la comida para llevar:

La comida rápida y la comida para llevar suelen estar muy procesadas y a menudo contienen cantidades excesivas de grasas poco saludables, azúcares añadidos y sodio. Intente reservarlas para caprichos ocasionales.

  • ¡Ten paciencia!

Cambiar los hábitos alimentarios requiere tiempo y esfuerzo. Es mejor que hagas cambios graduales y que te centres en el progreso antes que la perfección. 

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