¿Necesitas aumentar tu productividad y gestionar mejor tu tiempo en el trabajo? ¿Te enfrentas a una oposición o a la preparación de un examen importante y quieres aplicar una técnica de estudio efectiva? ¡El Método Pomodoro puede ser la solución a tus problemas! Es posible que ya te suene el nombre pero, ¿conoces en qué consiste?
El origen del Método Pomodoro
Pese a que se trata de una técnica de estudio cada vez más conocida en la actualidad, el Método Pomodoro surge en la década de los ochenta de la mano de Francesco Cirillo, que buscaba la forma de medir y optimizar el tiempo que le dedicaba a cada tarea. En el año 2013 publica además su libro “La Técnica Pomodoro”, donde explica en detalle esta estrategia que en la actualidad se vende al público como “el famoso método para aprender a gestionar el tiempo que ha cambiado la vida a 2 millones de personas”.
¿En qué consiste la Técnica Pomodoro?
La Técnica Pomodoro se centra en dividir una tarea, trabajo o estudio en bloques de 25 minutos separados por bloques de descanso de cinco.
Es necesario tener un temporizador o un reloj a mano para medir el tiempo con exactitud. 25 minutos es el tiempo con el que Cirillo decía que se podía conseguir la máxima concentración sin distracciones, y por tanto la medida óptima para llevar a cabo cualquier labor.
Cada uno de estos periodos de concentración son los que reciben el nombre de “pomodoro” o periodos de enfoque, que deben ir seguidos de un periodo de inactividad para que la mente descanse. En estos descansos se recomienda que la persona se levante y de un breve paseo para alejarse del entorno de trabajo.
Pasos a seguir durante la Técnica Pomodoro
Una vez conocida la técnica es necesario llevarla a cabo. Estamos teletrabajando desde casa y tenemos que aprovechar nuestro tiempo al máximo. ¿Cómo nos organizamos?
- Hazte con un temporizador o un reloj (puedes utilizar el de tu móvil siempre que no lo utilices como excusa para distraerte).
- Establece un periodo de 25 minutos y trabaja o estudia hasta que suene la alarma.
- Toma un descanso durante cinco minutos. No es un paso opcional.
- Establece un nuevo periodo de tiempo de 25 minutos y continua con tus tareas.
- Cada cuatro periodos de enfoque es necesario descansar durante un periodo más largo de tiempo. En estos casos descansar durante 20-30 minutos es lo recomendado.
¿Qué beneficios se obtienen?
Son muchos los beneficios aportados por esta técnica de gestión del tiempo. Nosotros te presentamos cuatro:
- Evita las distracciones. Muchas veces no somos conscientes del tiempo que perdemos atendiendo mensajes, llamadas, redes sociales o cuestiones que no se relacionan con el trabajo que estamos realizando pero que utilizamos de excusa para no llevar a cabo lo que verdaderamente requiere nuestra atención.
- Mejora la planificación. No solo se trata de un método que nos ayuda a conseguir objetivos a corto plazo, sino que, aprendiendo a gestionar nuestro tiempo de forma adecuada, podremos planificar nuestras tareas semanal y mensualmente.
- Aumenta la motivación. El hecho de dedicar un tiempo concreto a tareas específicas para después conseguir una recompensa (descanso para mirar el móvil, ver el capítulo de una serie en los descansos más largos), aumenta nuestra sensación de éxito y productividad. Este sistema de recompensas ayuda a continuar con el trabajo y no abandonar a mitad de tiempo.
- Evita la multitarea y mejora los dolores de espalda. Permite focalizar en una sola cosa y prestarle toda la atención que necesita. Además, el hecho de obligarnos a descansar y dar un pequeño paseo hace que no mantengamos una mala postura durante un largo periodo y seamos más conscientes de las posiciones que adquirimos.
¿Te ha resultado interesante esta información? ¿Conocías ya esta técnica? ¡No dudes en compartir tus impresiones en la sección de comentarios!
