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Consejos para aumentar la productividad laboral

Si el trabajo se acumula sobre tu mesa, nunca sales a tu hora de la oficina y la motivación hace mucho que salió huyendo, lo más probable sea que tu productividad laboral esté descendiendo a niveles preocupantes. Lo  peor cuando esto ocurre es que entras en un círculo vicioso, la frustración por no sacar tus tareas adelante provoca estrés y éste no ayuda nada a mejorar la situación. Será fácil entonces que  procrastinar entre a formar parte de tu rutina; es decir que cualquier excusa absurda te sirva para aplazar una y otra vez lo que tienes que hacer sumiéndote en un «para luego» eterno mientras te dedicas a mirar al techo.

Llegados a este punto está claro que necesitas ponerte las pilas, empezar a sacar el trabajo atrasado y demostrarle al jefe que eras tan productivo o más que tus compañeros. Tu superior te lo agradecerá y tu vida personal también, puesto que un nivel alto de productividad en el trabajo repercute positivamente en el tiempo libre. Para ayudarte aquí tienes unos cuantos consejos para aumentar la productividad laboral: 

 – Descansa y pon temprano el despertador

No, no es un mito eso de las ocho horas de sueño. Está demostrado que el cerebro funciona con mayor rapidez y eficacia tras haber descansado correctamente durante la noche, por eso es muy importante dormir las horas necesarias. La escasez de descanso provoca mal humor, falta de atención y te hace más proclive a perder los nervios o caer en la ansiedad.  Es mejor irte pronto a la cama y levantarte temprano ya que las primeras horas de la mañana suelen ser las más productivas así que madruga. La experta en administración del tiempo Laura Vanderkam en su libro Lo que hace la gente exitosa antes del desayuno  te aconseja poner siempre el despertador 10 minutos antes de lo habitual.

– Organización y más organización

Empezar a trabajar sin una planificación previa es el mayor de los errores. Haz una lista de tareas, define tus objetivos, márcate metas diarias, aprende a priorizar las tareas realmente importantes y diferéncialas de las simplemente urgentes. Una vez que tengas todo esto claro, elabora un plan de trabajo asignando un tiempo estimado a cada bloque de tareas con un descanso entre medias y respétalo escrupulosamente. De este modo, te será más fácil optimizar tu tiemposabrás qué tienes que hacer en cada momento y será más difícil caer en la distracción. Otro truco infalible es empezar siempre por lo más complicado, dejarlo para después sólo hará que estés menos despejado cuando te toque hacerlo y termines alargando tu jornada laboral innecesariamente.

– Tira de aplicaciones. 

Ya no hay excusas para organizarte porque hoy la tecnología te lo pone fácil. Existen multitud de aplicaciones que puedes descargarte para ayudarte a aumentar la productividad y hacer más sencilla la organización. Por ejemplo, puedes usar Workrave que te avisará cuando te toque parar para descansar y así no tengas que estar pendiente del reloj. Una buena secretaria virtual que te ayudará a diario es el  administrador de tareas Wunderlist, las aplicaciones Podio  o GoToMeeting  te ayudará también con las reuniones o Pushbullet que te facilita la sincronización de todos tus dispositivos.

– Olvídate de la multitarea

Desengáñate; ser hombre orquesta no te hace ningún bien. Querer atender varias tareas a la vez aumenta el nivel de estrés y disminuye la calidad de su desempeño. Es mucho más eficaz que te centres en una sola cosa y una vez resuelta pases a la siguiente.

– Cuidado con las redes y el email

Ojo con estar constantemente revisando el correo electrónico porque te descentra. Es mejor que fijes dos o tres tiempos concretos a lo largo del día para leer los emails y evitar así interrupciones continuas. Las redes sociales son un ladrón de tiempo muy traicionero así que un buen truco para evitarlas es no dejar las contraseñas metidas y eliminarlas de tus favoritos en el explorador. No osbtante, hay quien afirma que cinco minutos controlados consultando las redes pueden aumentar la productividad ya que ayuda a rebajar el nivel de estrés.

-Actitud y motivación

No esperes que nadie venga a resolverte el trabajo, depende de ti ejecutarlo bien y en un tiempo óptimo. Por eso cambia el chip derrotista que anula tu capacidad resolutiva y afronta la jornada con actitud positiva que te ayudará a enfrentarte con otro ánimo a los contratiempos. Recuerda la ilusión con la que empezaste a trabajar al principio para recuperar la motivaciónUn buen consejo es visualizar el trabajo terminado, esa sensación placentera de haberte liberado te hará ponerle más ganas. También puedes ponerte  pequeñas recompensas que te animarán a ejecutar bien las tareas para recibir tu propio premio.

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