Europa 2020 es la estrategia de la Unión Europea para el crecimiento y el empleo con el objetivo, no solo de superar la crisis económica, sino también también de paliar las deficiencias del modelo de crecimiento de la Unión y de crear las condiciones necesarias para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador.
En este marco, se fijaron unos objetivos climáticos y de energía para 2020, que son, fundamentalmente, estos tres:
- 20%de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (en relación con los niveles de 1990)
- 20% de energías renovables en la UE
- 20% de mejora de la eficiencia energética
Para cumplir estos objetivos, la Unión Europea ha puesto en marcha numerosas iniciativas, una de las cuales se basa en la financiación de proyectos de investigación que faciliten alcanzarlos.
Uno de los proyectos financiados es DIRECTION (Demonstration at European Level of Innovative and Replicable Effective Solutions for very Low Energy new Buildings). Este proyecto “pretende demostrar que es posible construir edificios nuevos que mejoren su eficiencia energética global hasta el punto de conseguir un nivel de consumo de energía primaria menor de 60 kWh por m2 y año.”
La investigación de este proyecto resulta muy interesante para el sector del Facility Management, siempre preocupado por mejorar la eficiencia energética de los inmuebles. Pero quizás el punto del proyecto que más puede interesar a los Facility Managers es el hecho de que también se plantea el efecto de los edificios sostenibles en sus usuarios.
Salvo que por razones de estrategia debamos considerar los inmuebles que gestionamos únicamente como activos, el fin último de nuestra actividad no es el inmueble en sí mismo, sino apoyar la actividad de la organización. Por eso, es fundamental poner en el centro a los usuarios, los trabajadores que desarrollan la actividad de la compañía. De ahí el interés de este artículo que os traemos aquí, escrito por Constanze Böttcher dentro del proyecto DIRECTION.
