Encuentra tu curso ideal

9%

¿Qué quieres estudiar?

Educación emocional, bienestar y estudio científico de la felicidad con el catedrático Rafael Bisquerra

El Máster 2017-18 en Inteligencia Emocional, Psicología positiva, Neurociencia, Salud, Coaching y Estudio de la Felicidad contó en su último seminario con la participación, por partida doble, del catedrático Rafael Bisquerra, uno de los mayores expertos en Inteligencia y Educación emocional, así como en orientación y tutoría. Rafael Bisquerra Alzina es catedrático de Orientación Psicopedagógica de la Universidad de Barcelona, Doctor en Ciencias de la Educación, licenciado en Psicología y Pedagogía y fundador y primer director del GROP (Grupo de Investigación en Orientación Psicopedagógica). Además, es autor de importantes obras como Educación emocional y bienestar (2000), La inteligencia emocional en la educación (2015) o Universo de Emociones (2015).

El catedrático, que abordó en dos ponencias ‘La Educación emocional en la práctica’ (título homónimo al de una de sus obras) y la ‘Educación emocional, Orientación, Tutoría y Coaching’, y, buscando siempre la participación e interacción con los alumnos, expuso conceptos esenciales como el de bienestar y la misma Educación emocional.

Por una parte, como apuntó el experto, debe diferenciarse el bienestar objetivo y el subjetivo, y mientras que el primero tiene que ver más con la salud, el PIB, la alfabetización o el índice de pobreza, el subjetivo toca los planos experiencial y valorativo. Es esta segunda rama la más interesante desde el punto de vista científico, ya que se incluyen dos conceptos muy relacionados con la felicidad: el bienestar hedónico y el psicológico-eudemónico. Mientras que el primero viene dado por los sentidos y el placer, el segundo atiende más a la concepción aristotélica de la felicidad, la virtud, y se manifiesta en la prosocialidad.

No obstante, como resalta del Dr. Bisquerra, el bienestar emocional es la expresión más apropiada para referirse a la felicidad. “La felicidad y el bienestar son al final estados interiores, y lo que deseamos en esta vida son estados interiores que nos permitan tomar conciencia sobre nuestro bienestar”, destacó, añadiendo que la felicidad es “consecuencia de las decisiones que tomamos sobre nuestras emociones”.

La Flor de Benicia

Es lo que podríamos llamar el estudio científico de la felicidad, y para la construcción del bienestar el catedrático Rafael Bisquerra dibuja la que denomina Flor de Benicia (benestar i ciència, o bienestar y ciencia), cuyos pétalos están formados por el bienestar material, el bienestar físico, el bienestar social, el bienestar profesional y el bienestar emocional. Como incide el experto, el bienestar emocional es el que más se aproxima a la felicidad, y precisamente es en el que menos estamos entrenados.

Ninguno de los tipos de bienestar es tan esencial para la felicidad como lo es el emocional, si bien el resto contribuye. El bienestar físico tiene que ver con la salud, y depende mucho de los estilos de vida saludables. Sin embargo, no son pocos los que gozan de salud, pero no de felicidad. En cuanto al bienestar social, se genera a partir las condiciones sociopolíticas (vivir en una democracia, justicia, paz, seguridad) en su nivel ‘macro’, pero también se manifiesta en las relaciones sociales (vecinos, comunidad, trabajo), y en el plano interpersonal o ‘micro’ con las relaciones más íntimas, con amigos, familiares o pareja en el ámbito más cercano. El bienestar profesional también tiene un peso importante, ya que todos pasamos la mayor parte de nuestras vidas en el trabajo, que además del sueldo significa autorrealización y autosatisfacción.

En cuanto al bienestar material (traducido en el poder adquisitivo y tener las necesidades básicas cubiertas), la relación con la felicidad, a pesar de lo que pudiera pensarse, es muy sutil. De hecho, las estadísticas demuestran que a pesar de que el nivel de ingresos per capita ha crecido de manera notable en el último medio siglo, el bienestar subjetivo ha permanecido estable. En este sentido, existe una relación clara entre renta y bienestar, pero sobre todo en los casos de personas y familias que atraviesan más dificultades económicas, pero “hay un cierto punto donde el bienestar ya es interior”. También se ha observado que, a lo largo de los años, la salud es un aspecto importantísimo, mientras que el dinero va disminuyendo en importancia.

La orientación

El catedrático Rafael Bisquerra dedicó su segunda ponencia a tratar la orientación-intervención psicopedagógica, refiriéndose a los dos modelos de programas más importantes: el programa clínico, el de programas y el de consulta.

El modelo clínico se basa en la intervención médica y siempre es individual. El orientador diagnostica, interviene y realiza un seguimiento. Sin embargo, a mediados del siglo XX se observó que el modelo clínico no funcionaba en el sector educativo, de ahí que sugiera el modelo de programas, referente en la orientación, y el de consultas, trabajando generalmente con grupos.

Tanto en la orientación como en las tutorías, la educación emocional se erige como una herramienta esencial para dotar de competencias emocionales y evitar casos de ‘analfabetismo emocional’, que a buen seguro dificultarán el desarrollo y el bienestar de esos alumnos.

 

 

Fuente: Blog Instituto Psicobiológico

Deja un comentario