Habitualmente se confunden motivación y entusiasmo y, aunque son dos caras de una misma moneda, vale la pena aclarar ambas ideas. Mientras que el entusiasmo es un fenómeno que surge desde el interior de cada uno, sin acciones de por medio que lo exteriorice, la motivación nace de un chispazo que la hace reaccionar.
En el mundo de la empresa, la tendencia es intentar generar motivación en los empleados a través de distintos llamados de atención, por ejemplo premios cuando se cumplen objetivos específicos. Sin embargo, estos fenómenos requieren de mucha atención y de un trabajo meticuloso para que la acción se cumpla, de otro modo, esa chispa se apaga y la motivación se pierde.
Generar entusiasmo entre tus empleados los hará capaz de generar un movimiento continuo que no requiera de tu intervención.
Sin embargo, la motivación en sí misma no siempre alcanza a ser suficiente para conseguir la adhesión y el compromiso con la tarea designada. Según José Vera, docente de RRHH de la Escuela de Negocios y Dirección – ENyD, muchas veces, “la motivación meramente económica o material, se convierte en una especie de derecho adquirido que difícilmente, se puede separar de la mera compensación contractual”.
Dentro de los tres tipos de motivación, generalmente reconocidos: Extrínseca, Intrínseca y Transcendente, “es en este último tipo donde mejor podría encajar el entusiasmo como forma de apalancamiento de la motivación”.
Muchas personas se sienten insatisfechas y aburridas con su trabajo. De hecho, hay cientos de estudios en los que se muestran elevados datos de empleados que trabajan diariamente sin ningún tipo de motivación. En este caso, ¿qué pueden hacer para que su trabajo sea más satisfactorio?
Según la pirámide de Maslow, las personas tienen que ver cubiertas sus necesidades más básicas (las higiénicas: comida, vestimenta, alojamiento, etc.) “Hasta que una persona no ha resuelto dichas necesidades más primarias, será difícil entusiasmarla con otro tipo de motivaciones. Una vez superados los dos primeros escalones de la mencionada pirámide de Maslow, podremos empezar a pensar en acciones de entusiasmo”, explica Vera.
José Vera da 5 claves para incrementar el entusiasmo en el trabajo.
- La primera que nos ha destacado ha sido la de tener un jefe ejemplar. “Un jefe que predique con el ejemplo, en todos los aspectos del trabajo. Que sea ecuánime en todas sus decisiones y, ante todo, que sea un modelo de ética, ya que no hay nada más tóxico que un jefe tóxico».
- La segunda clave es la de “saber crear un buen clima o ambiente de trabajo, en el que predomine la mutua confianza entre jefes y subordinados”.
- Un buen control del jefe sobre la capacidad de delegación de responsabilidades, apoderando (que no «empoderando«) a cada empleado para que pueda crecer profesionalmente, puede ser una buena herramienta para generar entusiasmo en el equipo.
- Si un jefe es capaz de saber distribuir tareas y responsabilidades dentro de los miembros de su equipo, en función de sus capacidades y competencias, demostrará que conoce bien a cada uno de ellos y que los trata con equidad en función de sus potenciales.
- Una retribución justa y equitativa que compense de forma adecuada, ayudará mucho a mantener el entusiasmo de la plantilla.
“Hay que permitir que los empleados puedan desarrollarse, tanto profesionalmente, como personalmente. Un buen líder, genera líderes”.
Si los jefes tienen en cuenta estas cinco claves durante todo el año y las cumplen, aumentarán las posibilidades de que sus empleados mantengan el entusiasmo por su trabajo.
Existen muchas maneras de motivar a un equipo de trabajo. Acciones formativas para mejorar el potencial de los empleados, el apoderamiento en base a una correcta delegación, sobre todo de responsabilidades; el justo reconocimiento a las aportaciones que hacen con su trabajo…
Así mismo, según Vera, “la ecuanimidad en el trato diferenciado a todos y cada uno de los miembros del equipo serán una potente herramienta de motivación. Fomentar el espíritu de pertenencia al equipo será un factor determinante. Para las nuevas generaciones, la posibilidad de conciliar la vida laboral con la personal es un importante móvil para generar motivación y entusiasmo.
El docente de ENyD afirma que si se cumplen las claves anteriormente citadas, “estaremos en el buen camino de contar con una plantilla feliz”.
Genera entusiasmo y los efectos positivos vendrán por sí solos.
