España está viviendo un boom en el sector audiovisual como nunca se había visto. Con la llegada de las plataformas de Video OTT (over-the-top) como Disney+, Netflix, HBO, Movistar, etc…, la popularidad y diversidad de los paisajes hispánicos y el éxito de series como Élite o La Casa de Papel han puesto España en el radar del sector audiovisual europeo. España ha pasado de producir 38 series, en el año de 2015 a producir 75 series, en el año de 2020, lo que hace que sea el segundo país europeo con mayor volumen de ficción por horas producidas, según un estudio elaborado por la consultora PWC y la asociación de productoras PATE.
Aparte de esto, el gobierno de España ha publicado el programa de desarrollo llamado “España Digital 2025” que incluye cerca de 50 medidas agrupadas en diez ejes estratégicos con los que, durante los próximos cinco años, se pretende impulsar el proceso de transformación digital del país, de forma alineada con la estrategia digital de la Unión Europea, mediante la colaboración público-privada y con la participación de todos los agentes económicos y sociales del país.
Esta estrategia tiene como objetivo para el sector del audiovisual aka “España, Hub Audiovisual”, mejorar el atractivo de España como plataforma audiovisual europea para generar negocio y puestos de trabajo, con una meta de incremento del 30% de la producción audiovisual en nuestro país para el año 2025. Esto implica una inversión total de 1.603 millones de euros a lo largo del periodo 2021-2025.
Sin embargo, aunque cada vez haya más series españolas, cada vez cuesta más a los productores sacar adelante los rodajes, en busca permanente de recursos técnicos y artísticos. Algunos profesionales del sector confiesan que, ante tanta demanda, “está costando mucho montar equipos sólidos” en los últimos años, por la complicada agenda de todos los involucrados. Es que mucha gente no es consciente que además de un plató y de unas localizaciones exteriores, los responsables de producción tienen que convocar en un mismo lugar y en una misma franja temporal a servicios técnicos (desde cámaras y equipos de iluminación y sonido a efectos especiales) y equipos humanos (actores, extras, técnicos, maquilladores, peluqueros, encargados de vestuario…).
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