La campaña publicitaria contra el abandono animal con el eslogan: Él nunca lo haría, no lo abandones ha sido escuchada por parte de las instituciones y se ha visto traducido en lo que será la futura Ley de Bienestar Animal.
La presión social ante el abandono de animales, la tortura que sufren algunos de ellos o la necesidad de regular un régimen de custodia compartida de las mascotas en caso de separación han ocasionado una respuesta normativa a una necesidad social.
Novedades de la ley de Bienestar Animal
Con el foco puesto en conseguir el abandono 0, la ley de protección de animales establece unas medidas que además están orientadas a evitar su maltrato o su sacrificio y garantizar unos mínimos de calidad de vida.
Entre las novedades de la ley de protección animal encontramos:
- La creación de seis registros de animales: animales de compañía, núcleos zoológicos, criadores, inhabilitados para tener animales, profesionales del comportamiento animal y entidades de protección animal.
- A partir de cinco animales en el hogar, serán considerados como núcleos zoológicos. Aquellos que posean esta cifra antes de la aprobación de la ley, se les prohibirá tener más.
- Se exigirá un curso de formación previo a la adquisición de perros por parte de quienes van a ser sus titulares o responsables.
- Sólo se puede dejar sin supervisión a los animales de compañía un límite de tres días consecutivos y cuando sean perros hasta un máximo de veinticuatro horas de forma consecutiva.
- La cría se permite tan solo a profesionales registrados con una limitación en las camadas sujeta a las necesidades de núcleos zoológicos o establecimientos y a la evaluación que hagan los veterinarios.
- Queda prohibido la cría de especies no autóctonas, con especial mención a mamíferos y cetáceos y sin exclusión de ningún tipo.
- La eutanasia será la única justificación del sacrificio de animales.
- Los animales no autóctonos aparecerán en un listado en el que se recogerán aquellos que si se puedan comprar y vender fuera de nuestras fronteras siempre que cumplan con los requisitos de no provocar un problema de salud pública o dañen el medio ambiente.
- Existirán limitaciones de edad, temperatura u otros en el uso de animales en romerías, cabalgatas u otros actos con participación animal.
- Se prohíbe la compra de animales en establecimientos, el uso de animales en peletería, las peleas de gallos y la esterilización generalizada de las mascotas.
El precedente: Los animales son Seres Sintientes
El antecedente más importante del anteproyecto de ley de protección y derechos de los animales está en la Ley 17/2021 de 15 de diciembre. En este texto legal, se establece un precedente que puede allanar el terreno a la nueva ley de animales que está por aprobar.
En esta reforma del código civil, se cambia el tratamiento legal de los animales. A partir de ahora las mascotas pasan a ser por ley consideradas como seres sintientes, lo que significa que no podrán ser abandonados, maltratados o incluso apartados de sus dueños en supuestos de divorcio o separación. Además, ha provocado una modificación de la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil excluyendo de los embargos o las hipotecas a los animales de compañía.
¿Quién se queda con las mascotas en caso de divorcio o separación?
Las reformas acontecidas en el código civil y la Ley Hipotecaria han puesto de manifiesto la necesidad de primar el interés del animal en el caso de que se produzca una separación o un divorcio. Se concede a las partes la posibilidad de llegar a un acuerdo en el que se evite el sufrimiento de la mascota al privarlo de su hogar.
En este contexto, las mascotas forman parte de los aspectos civiles que rodean a una separación o divorcio como consecuencia de su nueva consideración como ser sintiente. Consecuentemente, pueden surgir disputas en cuanto a determinar quien se hará cargo de la mascota, concediendo la ley la posibilidad de acudir a un profesional formado con el Curso de Mediación Civil y Mercantil como alternativa a la resolución judicial que tendrá en cuenta el bienestar animal a la hora de tomar una decisión.