Hoy en día, uno de los aspectos que más preocupa a los gobiernos es el hecho de promover un ambiente de sana convivencia en cualquiera de los ámbitos de interacción social. Y precisamente, uno de los entornos con mayor interacción entre personas con características distintas es el escolar.
Especialmente dentro del contexto universitario, el gobierno ha puesto en marcha varios proyectos educativos con el objetivo de promover relaciones de convivencia basadas en los valores del respeto, la responsabilidad, la empatía, la solidaridad y la tolerancia. Estas acciones tienen como propósito contribuir a conseguir un ambiente ideal para el aprendizaje y la sana interacción, de acuerdo con las exigencias de la sociedad.
En los últimos meses, mucho se ha hablado sobre la famosa Ley de Convivencia Universitaria, uno de los proyectos más estrictos en el sistema de educación universitaria en España. Su objetivo es reestructurar el marco de la convivencia e interacción entre cada uno de los actores dentro de la comunidad universitaria; es decir, desde los alumnos y profesores, hasta el personal administrativo.
Esta ley afecta tanto a las universidades públicas como a las privadas, y son muchos los aspectos que se han modificado con ella. Así que, si te interesa conocer a profundidad qué es lo que propone esta ley y cómo afectará especialmente al estudiante en su paso por la universidad, has llegado al lugar indicado. En el artículo de hoy el tema central serán las principales propuestas de la Ley de Convivencia Universitaria. ¡Quédate y descúbrelo con nosotros!
Ley de Convivencia Universitaria: una nueva visión a la disciplina universitaria
Con el objetivo de revolucionar por completo la convivencia en el entorno universitario, el Gobierno de España propuso un proyecto de ley que se adaptara a las necesidades actuales de estudiantes, profesores y todos los agentes involucrados en el entorno universitario. Y fue precisamente así como nació este proyecto.
Después de varios debates, el pasado 7 de septiembre de 2021 el Consejo de Ministros dio luz verde para aprobar la nueva propuesta del Ministerio de Universidades, la Ley de Convivencia Universitaria.
Esta nueva norma, además de todos los ajustes que implica, se impone ante el Decreto del 8 de septiembre de 1954 en el que se aprobó el Reglamento de Disciplina Académica de los Centros Oficiales de Enseñanza Superior y de Enseñanza Técnica, conllevando su derogación.
Fundamentalmente, esta ley garantiza la igualdad en cuanto a los derechos de cada persona en el ambiente universitario. Adicionalmente, plantea un camino para el desarrollo tanto de las universidades como de las Comunidades Autónomas.
Puntos clave de la nueva ley
El planteamiento base de la Ley de Convivencia Universitaria se enfoca principalmente en establecer un marco común de resolución de conflictos que rija a todas las universidades. A continuación, te contamos cuáles son los aspectos más relevantes de esta propuesta:
Régimen disciplinario
En este punto, la ley penaliza gravemente a todos aquellos estudiantes que alteren la sana convivencia u obstaculicen las actividades docentes. Para ello, se han definido en el documento los tipos de faltas en las que un alumno puede incurrir y cuál es su gravedad:
Faltas leves
Se consideran faltas leves las siguientes acciones:
- Ingresar a cualquier instalación universitaria sin contar con la debida autorización.
- Intentar copiar contenido relacionado con los exámenes usando medios fraudulentos.
- Llevar a cabo actos que deterioren levemente el patrimonio universitario.
- Hacer uso inadecuado de los servicios universitarios.
Para este tipo de faltas se ha estipulado que las sanciones serán de carácter privado. Sin embargo, el centro universitario puede elegir otras medidas educativas si así lo desea. Por ejemplo, actividades culturales, deportivas, educativas, etc.
Faltas graves
Según la nueva ley, las faltas graves son:
- Apropiarse de manera indebida del contenido de las pruebas.
- Realizar actos que deterioren gravemente las instalaciones universitarias.
- Realizar acciones que obstruyan la celebración de distintos tipos de actividades universitarias.
- Incurrir en fraude académico (falsificación de resultados de exámenes o trabajos).
- Dar uso indebido a cualquier contenido universitario sujeto a derechos de propiedad intelectual.
- No cumplir las normas de salud y seguridad dentro de las instalaciones universitarias.
- Acceder a los sistemas informáticos de la universidad sin previa autorización.
Estas faltas acreditan sanciones como la expulsión del alumno hasta un periodo de un mes, o la pérdida parcial de los derechos de matrícula.
Faltas muy graves
La ley contempla como faltas muy graves:
- La realización de novatadas o cualquier acto que afecte la dignidad de las personas.
- El acoso o la violencia en contra de cualquier persona que forme parte de la comunidad universitaria.
- El acoso sexual.
- La discriminación sea cual sea la causa (sexo, orientación sexual, orientación nacional, identidad de género, discapacidad, religión, creencias, etc.)
- La falsificación o alteración de documentos académicos.
- La destrucción del patrimonio universitario.
- El plagio intelectual en la elaboración de cualquier trabajo.
- El incumplimiento de las normas de salud.
- La suplantación de algún miembro de la comunidad universitaria en cualquiera de sus actividades.
Las sanciones para estas faltas van desde la expulsión de la universidad desde dos meses a tres años, hasta la pérdida parcial de los derechos de matrícula.
La Comisión de Convivencia
Otro de los puntos más relevantes de esta ley es la orden de crear una Comisión de Convivencia en las universidades. El objetivo de esta es que, con la participación de alumnos, profesores, personal administrativo e investigadores, se pueda atender y dar respuesta a situaciones de violencia, acoso o discriminación que se puedan presentar en el entorno universitario.
Sin duda alguna, esta ley conforma un gran avance para el desarrollo universitario y promete combatir todas aquellas conductas que deterioran la convivencia sana.
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