Encuentra tu curso ideal

9%

¿Qué quieres estudiar?

Entrenamiento muscular del suelo pélvico

El suelo pélvico se encuentran en la base de la pelvis. Se encargan de sujetar y garantizar la función de las vísceras pélvicas. Es decir, la vejiga, el útero y el recto. El fortalecimiento del suelo pélvico es la clave para prevenir problemas como la incontinencia urinaria, entre otros. A través del curso de pilates para embarazadas, se pueden adquirir todas las técnicas del entrenamiento muscular de esta zona y muchos otros conceptos relacionados con este campo.

Qué se conoce como el suelo pélvico

El suelo pélvico se denomina como un conjunto de músculos y ligamentos en la parte inferior de la cavidad abdominal. Los cuales tienen como función sostener los órganos pélvicos en la posición adecuada para asegurar el buen funcionamiento de todo el conjunto. La falta del correcto tono muscular en esta zona, puede traer diferentes problemáticas que serán explicadas a lo largo de esta publicación.

Por qué se debilita esta zona

A pesar de que es una problemática que afecta especialmente a mujeres en cualquier etapa de la vida, es importante mencionar que es una patología que también puede llegar a afectar a hombres, aunque los casos son mucho más raros en ellos. Los principales factores que influyen en el debilitamiento de esta zona son:

Embarazo y parto vaginal: debido al estiramiento y la presión que sufre el útero durante esta etapa, la zona se resiente y pierde consistencia.

Problemas de obesidad: el sobrepeso es uno de los causantes silenciosos del debilitamiento de la zona pélvica. Puede llegar a dañar y debilitar los tejidos que sostienen la vejiga.

Las cicatrices: aunque es de los casos menos comunes, la presencia de cicatrices causadas por episiotomía o desgarro pueden afectar a la salud del suelo pélvico

Estreñimiento crónico: el realizar esfuerzos desmesurados a la hora de defecar hace que se vaya perdiendo paulatinamente la musculatura de la zona pélvica.

Tos crónica: asociado al tabaquismo y otras patologías, este factor afecta principalmente a mujeres con enfermedades respiratorias crónicas o fumadoras.

Deportes de alto impacto: existen ciertos deportes que si se practican en exceso o bajo demasiada presión pueden causar el debilitamiento del suelo pélvico. Correr o saltar puede generar presión intraabdominal que afecta la zona en todo su conjunto.

Cómo actuar ante este problema

Hoy en día afortunadamente existen tratamientos para prevenir y mejorar eficazmente esta patología. Y lo mejor, de manera indolora.

La fisioterapia uroginecológica, es una rama de esta ciencia que se especializa eficazmente en el tratamiento de los diferentes problemas del suelo pélvico y resulta una solución eficaz sin necesidad de fármacos o cirugías.

La clave ante este problema es identificarlo a tiempo e iniciar el tratamiento que mejor se adapte a cada paciente. Además de seguir ciertas recomendaciones, como:

– Aprender a reconocer en el propio cuerpo esta zona y su ubicación exacta.

– Integrar dicha zona en las rutinas de ejercicio de la vida cotidiana, con el fin de evitar el posible debilitamiento futuro y problemas adyacentes como la incontinencia.

– Realizar ejercicios específicos que permitan mantener la zona tonificada. Tomando como referencia ejercicios de kegel, ejercicios hipopresivos, corrientes estimulantes, normalización abdomino-pélvica, ejercicios vaginales, entre otros.

Con el trabajo adecuado en el suelo pélvico se pueden conseguir mejoras para la mujer en aspectos como: la incontinencia urinaria, la urgencia urinaria, la incontinencia fecal o de gases, el descenso de los órganos (prolapso), los dolores perineales, el estreñimiento terminal, disfunciones sexuales (dispareunia, vaginismo), entre otros.

En el caso de los hombres, ejercitar el suelo pélvico puede mejorar: la disfunción eréctil, los problemas para controlar la orina, los trastornos en la defecación como el vaciado o la incontinencia fecal, el prolapso rectal y los problemas del suelo pélvico tras una cirugía de próstata.

Fortalecimiento del suelo pélvico

En ocasiones, esta zona muscular puede presentar problemas al encontrarse fuera de forma, causando incontinencias de orina, de gas, fecal, prolapsos, entre otros problemas que se han mencionado anteriormente.

Para corregir y prevenir este tipo de patologías, existen ciertos ejercicios que fortalecen la zona pélvica o ayudan a preparar al cuerpo para un embarazo, posparto y menopausia. A continuación, se explican ejercicios prácticos que se pueden realizar desde casa:

Ejercicios en posición tumbada:

Se debe tumbar el cuerpo boca arriba, sobre una manta o yoga mat, con las piernas un poco flexionadas y la cabeza apoyada en el suelo en un ángulo recto.

Con los brazos estirados en posición perpendicular al cuerpo, se contrae progresivamente el ano, la vagina y la uretra en ese orden, en intervalos de 3 a 5 segundos, en entrenamientos leves y si se desea hacer un entrenamiento más riguroso, se debe incrementar el tiempo de contracción a 8 segundos. Una vez transcurrido este tiempo, se relajan los músculos y se realizan entre 10 y 15 repeticiones de cada uno de los ejercicios de acuerdo a las necesidades de cada paciente. Cada repetición corta debe estar acompañada de una respiración profunda.

Ejercicios en posición sentada

Aunque se recomienda iniciar con los ejercicios en posición tumbada, los de posición sentada deben contar con una postura adecuada para que surtan el efecto deseado.

Inicialmente se debe contar con una silla o una superficie que permita una movilidad completa de la pelvis. Se recomienda utilizar un fitball con el objetivo de mantener la postura adecuada.

Una vez el cuerpo se encuentre en la posición inicial, se realiza la contracción concéntrica y la elevación de los orificios perineales (ano, vagina y uretra). Acompañado de una respiración normal y tranquila, con un promedio entre 10 y 15 repeticiones.

Pilates

Otra alternativa altamente recomendada para fortalecer los músculos lumbares o pélvicos, es una rutina de pilates. Esta práctica integra el trabajo del core (zona abdominal), como la musculatura del suelo pélvico y el diafragma. Dando un entrenamiento multifuncional al cuerpo.

Con este entrenamiento, se estabiliza el tronco para asegurar la postura del ejercicio, se aprende a controlar la respiración y se ejercita la zona pélvica en toda su expresión, lo cual ayuda a prevenir futuros debilitamientos.

Es importante destacar que no todo es válido para todos, los ejercicios adecuados para cada paciente, deben ser recomendados por un profesional del ámbito quién modifique y adapte la actividad a las características y necesidades particulares.

Si te pareció interesante esta publicación y quieres descubrir toda la oferta formativa del INSTITUTO DYN, ponte en contacto con Emagister y te ayudaremos a encontrar el curso perfecto para ti.

Si eres ya un estudiante de este centro y deseas contarnos tu experiencia ¡deja tu opinión en este formulario y ayuda a otros estudiantes como tú a escoger mejor!

Deja un comentario