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¿Qué quieres estudiar?

¿Es posible conseguir una experiencia casi presencial en la formación online?

¡Cuántas cosas nos planteamos durante la pandemia!

¡Cuántos cambios de rutinas! 

¡Cuántas dificultades tuvimos que resolver! 

Superada ya la contingencia nos quedan ahora hábitos, costumbres, gestos, y formas de estar en el mundo que provienen de aquella vivencia tan impactante. Pasará mucho tiempo para que conozcamos de qué modo, hasta qué punto y con cuánta profundidad, esta situación nos impactó en diversas facetas de nuestra vida; y para conocer cuáles de estos hábitos nuevos se quedarán para siempre, o se perderán porque carecen de utilidad en las nuevas condiciones de vida.

Durante la pandemia hicimos, como muchos centros de formación, un enorme esfuerzo por continuar con el programa formativo que habíamos empezado hacía unos meses. Concretamente en Octubre de 2019 habíamos comenzado con los programas del Curso de  Experto y el Curso de Máster en Terapias Contextuales. Entonces, un grupo de 20 alumnos de toda la geografía española, asistía mensualmente a clases en fines de semana y algunos alumnos de Latinoamérica, una minoría; participaban de una parte de las clases que duraban 13 horas, en streaming. De esas 13 horas, participaban en directo de 5 horas, el resto de los contenidos eran  trabajados por eses alumnos  a través de tutorías, ejercicios extra.  Pedirles que mantuviesen la atención durante la jornada completa nos parecía que sería “insoportable”.

Pero llegó el confinamiento

Decidimos seguir con las clases, y todos tuvimos que participar en formato online. Fuimos flexibles con los horarios, y estuvimos pendientes de la respuesta de los alumnos. Establecimos nuevas condiciones para el desarrollo de las clases. Reorganizamos los contenidos, en manos de expertos digitales aprendimos a utilizar las plataformas de comunicación y exploramos varias herramientas colaborativas y de e-learning que nos permitían promover la participación de los alumnos desde casa. Nuestra sala de formación también sufrió grandes cambios, se instalaron micrófonos y cámaras en diversas localizaciones, asistían los  profesores y un operador que desde otra localización controlaba la conexión, todo para salvaguardar la distancia de seguridad vigente en aquella fecha.  

Aquél trabajo en aquellas condiciones fue estresante, y a la par fue un descubrimiento que nos permitió reflexionar sobre de qué forma podíamos mantener la atención y la motivación en la clase durante tantas horas, cómo podíamos estar cerca desde lejos, cómo podíamos entrenar habilidades, dar feedback en directo, promover el intercambio entre los alumnos, que se formara un grupo cohesionado, que los alumnos se sintieran seguros a la hora de exponer sus casos, que notaran confianza con sus tutores y supervisores sin haberlos visto con anterioridad… 

Aquél fue un grupo de profesionales excepcional, se establecieron vínculos potentes, a muchos alumnos no volvimos a verlos en personas, todos terminaron la formación satisfactoriamente: registramos altos índices de asistencia a clases, excelente rendimiento en la plataforma virtual, avances en las habilidades terapéuticas y éxito con los procesos terapéuticos. Alumnos y equipo docente indicaron una gran satisfacción con el proceso de formación.  

Después de aquella experiencia  y gracias a lo que habíamos aprendido nos lanzamos a proponer tres versiones del Curso de Experto y del Curso de Máster:

  • Un grupo que participaría en exclusiva en formato online
  • Otro grupo que participaría en formato presencial en Madrid 
  • Otro grupo haría la mitad del programa online y la otra mitad en formato presencial en Barcelona. 

Y desplegamos todo nuestro bagaje, creatividad y herramientas para gestionarlo. Los alumnos inicialmente al matricularse en los cursos eligen qué formato seguirán, y se inscriben a un grupo u otro. 

Lo que encontramos en la actualidad es que, a lo largo de los meses de formación:

  • Algunos alumnos que eligen el formato online (clases por streaming) y que residen en España, se pasan y participan presencialmente en alguna clase porque quieren conocer a sus compañeros y tomarse un café en directo con sus profesores.  Algo completamente comprensible dado que todos estamos cansados de pantallas y necesitados de ese contacto cara a cara.
  • Pero sorprendentemente algunos profesionales inscritos  inicialmente al formato presencial, deciden recibir desde casa por alguna circunstancia puntual la clase por streaming y finalmente algunos optan por continuar y terminar la formación desde casa.

Estos alumnos recalcan que tomar la clase desde casa ha sido un acierto y que comporta múltiples ventajas (evitarse desplazamientos, comodidad de la casa, ventajas económicas, etc.). Que la experiencia más allá de una mera conexión online es una experiencia inmersiva en la que el alumno se siente escuchado, interpelado por el profesor, tiene oportunidad de interactuar con todos sus compañeros, y que esto ha transformado la trece horas de formación online mensuales en una experiencia completa e igual de excelente que en su formato presencial. Esto lo hemos conseguido gracias a la gran calidad y producción audiovisual con la que se cuenta, al equipo audiovisual con años de experiencia en la producción audiovisual y los eventos, y a la flexibilidad de los coordinadores de los cursos que hemos sabido emplear estas todas estas herramientas sin perder la cercanía, la humanidad y sensibilidad ante las necesidades formativas y personales de los alumnos.

Por eso, si quieres formarte en terapias contextuales, estés donde estés, vas a estar muy cerca.

Si te ha interesado este artículo, no te pierdas toda la oferta formativa del Instituto ACT.

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