¿Sabías que el 12 de mayo se celebra el Día Internacional de la Enfermería? Es bastante probable, sin embargo, que desconozcas por qué motivo se celebra en esa fecha. La razón es bien sencilla: es el día de nacimiento de Florence Nightingale, una italiana considerada la precursora de la enfermería profesional. Florence llegó a crear la Escuela de Adiestramiento de Enfermeras del hospital londinense de St. Thomas y estuvo en la guerra de Crimea. Además, consiguió, en una audiencia con la reina Victoria que mejoraran drásticamente las condiciones sanitarias en el frente. Pero aquí no se acaba la cosa. También tuvo cargos directivos en diferentes hospitales ingleses. En 1883 le fue concedida la Real Cruz Roja de manos de la misma reina Victoria, y ya en 1907 fue la primera mujer en recibir la Orden del Mérito y obtuvo las llaves de Londres, entre muchos otros reconocimientos. No obstante, su camino para convertirse en una heroína nacional inglesa no resultó un camino de rosas.
La familia burguesa de Florence se opuso a que estudiase, por lo que aprovechó los repetidos viajes por Europa y Norteamérica para conocer técnicas sanitarias. Con 23 años ya había aprendido tanto que sus padres no pudieron evitar que, en 1853, asumiera el cargo de superintendente en el Instituto Londinense para el Cuidado de Señoras Enfermas. A partir de aquí, su carrera fue meteórica, como ya hemos apuntado. Pero, ¿cuál es la clave del éxito de Florence? Mucha pasión por aprender y por ayudar al prójimo, y una incansable lucha para sobreponerse a todos los obstáculos que se le interponían en su objetivo: su familia y un entorno patriarcal que impedía a las mujeres decidir libremente. Gracias a la constancia y el tesón, Florence creó las bases de la enfermería moderna.
¿Qué nos enseña la historia de Florence Nightingale?
- Las desigualdades de género, una lacra del sistema. El machismo y el patriarcado son un problema estructural de la sociedad occidental que viene de muy lejos. Así pues, conviene que desde las instituciones se fomente la igualdad entre géneros para garantizar que todo el mundo pueda tener las mismas oportunidades.
- La necesidad de visibilizar referentes de éxito, una asignatura pendiente. Más allá de promover la convivencia y la igualdad, se recomienda que las niñas también tengan a las mujeres como referentes de éxito profesional. ¿El objetivo? Que se den cuenta de que pueden desempeñar cualquier profesión: desde futbolista hasta ingeniera. La brecha de género en los empleos solo se puede combatir si las generaciones futuras están concienciadas.
- El reconocimiento de las mujeres, muy lejos del de los hombres. Probablemente, poca gente conocía antes de leer este artículo las contribuciones de Florence Nightingale a la sanidad pública. Los éxitos de las científicas y de otras personalidades femeninas tienden a ser olvidados o subestimados, mientras que los de los hombres se ensalzan en los libros de texto y en los medios de comunicación. ¡Revertir esta situación injusta está en manos de todos!
Fuente: La Vanguardia
