El conocimiento de uno mismo es esencial para sacar el máximo partido de nuestro potencial. Un eficiente conocimiento de nosotros mismos nos permitirá analizar nuestras virtudes y defectos, nuestros puntos fuertes y nuestras debilidades y limitaciones.
Una herramienta muy útil para el conocimiento de nuestra personalidad y nuestras complejidades el eneagrama de la personalidad, que es una especie de mapa de la mente humana, que explica los diversos tipos de personalidad y todos sus rasgos, virtudes, defectos y tendencias. El eneagrama ha sido desde siempre una herramienta muy común en la psicología e incluso fue usado en estudios ancestrales de la personalidad. Más recientemente, también ha sido utilizado en procesos de coaching y crecimiento personal.
Su representación gráfica es una especie de estrella de nueve puntas, cada una de las cuales representa un tipo de personalidad. Son las siguientes:
- El Reformador: Es una persona idealista y de principios éticos fuertes. Saben diferenciar entre el bien y el mal y siempre intentan hacer lo correcto, eso se traduce en exigencia, presión y en miedo a cometer errores. Se trata de un perfil perfeccionista, detallista, ordenado y recto, hasta el punto de anteponer el deber al placer y de sentir a la ira, a la frustración y al resentimiento si la realidad no es como creen que debe ser.
- El Ayudador: Este perfil es agradable, afectuoso, empático y siempre muy atento con los demás, hasta el punto de anteponer las necesidades de otros a las propias. Siempre buscan la aceptación del resto y la opinión de otras personas es importante, así como el sentirse apreciados y queridos. Su mayor defecto es el orgullo y sale a relucir cuando se sienten decepcionados. Su modus operandi se acerca a la manipulación, ya que utilizan su socialización para sentirse amadas a cambio.
- El Triunfador– Suele ser seguro de sí mismo, lo que le hace atractivo. Está acostumbrado a recibir recompensas por sus esfuerzos, logros e iniciativas, por ello lograr triunfar profesionalmente, socialmente y también en el amor son objetivos claves para las personas de este perfil, y las emociones que no les sirvan para tal propósito suelen ser ignoradas o combatidas por ellos.
- El Individualista – Un perfil que se siente diferente, y en cierta medida lo es. Destaca por su marcada creatividad y por una sensibilidad muy especial. Suelen ser personas románticas, pero muy reservadas e incluso calladas, aunque, una vez se sienten con confianza, muestran sus estados de ánimo y su necesidad por sentirse querido. El individualista suele ser tildado de bohemio o raro por su rechazo a la cotidianidad y la vulgaridad, ya que espera algo más de la vida. Tiene una visión negativa del mundo pero protege su estabilidad emocional escudándose en el pasado o en el futuro.
- El Investigador: Perfil muy reservado y protector con su intimidad. Tiende a observar e indagar sobre los demás más que a participar y abrirse. Le cuesta hablar de sus emociones, por lo que se protege con una actitud fría que puede parecer distante. Estas personas pueden estar solas y les resulta más fácil la independencia por el orden que puede mantener en sus emociones y pensamientos. Las situaciones de exposición y demanda afectivas producto del contacto prolongado e íntimo con los demás le hacen sentir inseguro.
- El Leal: Perfil muy trabajador, fiel, responsable y en quien se puede confiar. Tienden al idealismo en tanto que defienden al débil. Hay dos vertientes; la primera son los fóbicos, que se esconden de peligro y suelen ser demasiado cautelosos y sumisos, aunque encantadores y modestos; la otra vertiente son los contrafóbicos, que activamente se enfrentan al peligro y hasta lo provocan, lo que los hace parecer duros y desafiantes. Pese a que hay casos de ambos extremos, lo más habitual es que las personas de este perfil tengan rasgos fóbicos y contrafóbicos.
- El Entusiasta- Persona optimista por naturaleza, que busca el placer de manera continua y tiende al hedonismo. Destaca por su mente despierta y su potente imaginación. Esa tendencia a las emociones positivas hace que este perfil huya del aburrimiento y no pare de hacer actividades excitantes, a menudo dejando algunas cosas a medias, por lo que puede parecer indisciplinado. A estas personas no les gusta el compromiso y les cuesta enfrentarse a situaciones dolorosas o tristes, de las que intentan escapar.
- El Desafiador: Perfil poderoso y seguro de sí mismo. Son personas orgullosas y dominantes con una imperiosa necesidad de controlarlo todo y de enfrentarse a las injusticias en defensa de los desfavorecidos. Suele saltarse las reglas y romper los límites, mediante la confrontación y forzar situaciones conocen a los demás y los sitúan en el bando de los aliados o de los enemigos.
- El Pacificador: Personas pacíficas y mediadoras. Siempre apoyan a los demás en sus aventuras y emociones, son de trato fácil y de buena naturaleza. Además, son empáticos, saben escuchar y son comprensivos. Su querencia por mantener la paz y evitar conflictos les hace seguir la corriente demasiado a menudo, siendo complacientes y minimizando los posibles puntos de fricción, lo que les lleva a racionalizar todo, tener problemas para decidir bajo presión o con rapidez y también es un perfil que detesta sentirse presionado.
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