Hay que tomar muchas medidas para prevenir los riesgos en el trabajo, tanto del entorno como de la seguridad personal. Una de estas medidas son los EPI (Equipo de Protección Individual). ¿Quieres saber de qué tratan? Te lo contamos a continuación.
¿Qué son los EPI?
Los EPI son un conjunto de materiales que se emplean para proteger al trabajador de los riesgos laborales. No incluimos en este grupo la ropa o el uniforme que no esté diseñada con el fin de proteger al profesional, ni los equipos de salvamento y socorro.
¿Cuándo hay que utilizarlos?
Si hay un riesgo que no se puede solventar con los equipos de seguridad colectiva, el empresario está obligado a proporcionar al trabajador sus EPI de manera gratuita. Asimismo, debe informarle sobre cómo funcionan y cómo se cuidan.
Requisitos de los EPI
Los EPI tienen que cumplir una serie de requisitos que validen su eficacia:
- Protección eficaz contra los riesgos
- Adecuación a las condiciones anatómicas y fisiológicas del trabajador
- Compatibilidad entre varios EPIS
- Compleción de los requisitos legales
- Estampación de la marca CE que acredita el cumplimiento de los requisitos técnicos
¿Qué tipos de categoría existen?
Según el Real Decreto 1407/1992 los Equipos de Protección Individual se dividen en varias categorías dependiendo del riesgo.
Categoría 1. Riesgos menores
En esta categoría se encuentran los EPI de diseño sencillo que se enfrentan a riesgos mínimos. Son guantes, manoplas específicas para líquidos nocivos y manipulaciones de temperaturas altas, ropa que protege de agentes atmosféricos, o gafas de protección de la radiación solar, entre otros.
Categoría 2. Riesgos intermedios
El riesgo aumenta y los EPI tienen que adecuarse a él. Aquí encontramos los EPI empleados en situaciones peligrosas pero no como para llegar a categoría 3, que serían de riesgo mortal.
Categoría 3. Riesgos elevados
En este grupo se incluyen los EPI que protegen contra riesgos con consecuencias mortales o irreversibles. Encontramos materiales de protección respiratoria contra gases tóxicos y de intervención en ambientes con temperaturas de más de 100º, o equipos contra caídas de determinada altura y riesgos eléctricos.
