La radiofrecuencia es una de las técnicas más utilizadas y demandadas en la medicina estética actual, pues gracias a los avances que se han desarrollado en este ámbito, esta práctica se ha consolidado como una de las más efectivas en su aplicación. Esta técnica ofrece un tratamiento integral cuyo objetivo es mejorar la calidad de la piel y reducir en gran medida la posibilidad de aparición de arrugas.
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¿Qué es la radiofrecuencia?
La radiofrecuencia es una de las técnicas más utilizadas en el ámbito de la medicina estética cuyo propósito principal es combatir la flacidez y la celulitis, además de mejorar en general la calidad de la piel. En el área de la medicina general, este procedimiento se utiliza para conseguir la coagulación de los tejidos y promover la eliminación de tumores, principalmente; no obstante, en el área estética, este es el tratamiento que más se emplea para reafirmar la piel y reducir el volumen corporal. En su aplicación estética, este es un tratamiento no invasivo, puesto que su nivel de energía no es ablativo, así que no perjudica la piel ni causa ningún tipo de dolor, por ello, es uno de los tratamientos estéticos más efectivos, pues se puede aplicar, tanto en el rostro como en el cuerpo.
¿Cómo funciona este tratamiento?
Este es un proceso que consiste en realizar la aplicación de radiaciones electromagnéticas directamente en las capas de la dermis a través de un cabezal cuyo efecto es retractar el colágeno y las fibras envejecidas para dar lugar a unas nuevas. La duración de este procedimiento depende en gran medida del grado de flacidez o celulitis que se quiera combatir, al igual que en la zona que se quiera aplicar. Por ejemplo, una sesión que se aplica en los brazos puede tardar entre 25 y 30 minutos en promedio; mientras que, en la zona de los muslos, el proceso puede extenderse hasta una hora. Así mismo, el número de sesiones recomendadas depende de lo que se quiera tratar; por lo general, se aplican entre 4 y 6 sesiones para lo que corresponde a la zona facial, y entre 6 y 10 sesiones para el área corporal.
Una de las recomendaciones generales para realizarse este tratamiento es que, antes y después de su aplicación, es sumamente importante mantener la piel protegida del sol, de la misma manera que mantenerla hidratada constantemente es una forma de garantizar mejores resultados. Igualmente, es importante resaltar que pueden presentarse algunos efectos secundarios, como hinchazón, enrojecimiento y, con menos frecuencia, la aparición de hematomas, sin embargo, el tratamiento es completamente indoloro. Adicionalmente, las personas que presentan enfermedades cardiovasculares, alteraciones en la coagulación, sobrepeso o cáncer, no podrán someterse a este tipo de tratamientos.
Efectos de la radiofrecuencia
Beneficios para la zona facial
- Promueve la producción de colágeno y mejora la elasticidad de la piel.
- Reduce las arrugas y mejora la apariencia del rostro.
- Mejora la circulación en la piel.
- Reduce notoriamente la flacidez y tersa las facciones.
Beneficios para la zona corporal
- Ayuda a promover el drenaje linfático natural del cuerpo, lo que favorece la eliminación de líquidos retenidos y toxinas almacenadas en las capas de la piel.
- Acelera el metabolismo y mejora la circulación de la zona tratada, lo que ayuda a mejorar la textura de la piel.
- Estimula la regeneración del colágeno, lo que contribuye mejorar la firmeza de la piel.
- Ayuda a reducir la celulitis del cuerpo y a prevenir su aparición.
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