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Las claves del Bullet Journal: qué es y cómo utilizarlo

Con la llegada del otoño, el fin de las vacaciones y el comienzo del nuevo curso escolar o el trabajo, llegan también los nuevos propósitos. “Quiero organizarme mejor”, “quiero aumentar mi productividad” o “este año no me va a pillar el toro con los exámenes” pueden ser algunas de las frases más habituales que nos digamos a nosotros mismos y escuchemos en nuestro entorno. ¿Cómo podemos tener una buena organización y ser flexibles al mismo tiempo? La respuesta la tiene el bullet journal.

¿Qué es el bullet journal?

El bullet journal es un método de organización analógico diseñado por Ryder Caroll que está triunfando en la era digital. Su traducción al español podría ser “diario de puntos”, un nombre que hace referencia al concepto básico sobre el que se sustenta su metodología.

Se trata de un sistema completamente flexible y personalizado, que te permitirá establecer tus propios códigos y tener en cuenta solo aquello que quieras recordar a corto y largo plazo. Además, para iniciarte en este novedoso método solo necesitas un cuaderno y un bolígrafo.

Desde la página web oficial de Bullet Journal lo definen, además, como “una práctica de atención plena disfrazada de sistema de productividad. Está diseñado para ayudarte a organizar tu qué sin dejar de ser consciente del por qué”.

¿Cómo funciona el bullet journal?

Si cuentas con un cuaderno y un bolígrafo ya tienes la mitad del trabajo hecho. Solo falta organizarte siguiendo tus propios códigos.

Dentro del bullet journal se establece una división del tiempo anual, mensual, semanal y diaria, aunque puede haber excepciones en función de tus necesidades.

División anual

La división anual con la que puedes empezar tu diario puede ser perfectamente un calendario donde apuntes exclusivamente aquellas fechas fijas de las que no te quieres olvidar en el medio-largo plazo. En esta categoría pueden aparecer conceptos como las vacaciones, los cumpleaños, la programación de una operación, fechas de exámenes o preinscripciones de las oposiciones.

Una vez tengas una visión completa de cómo se va a organizar tu año laboral o académico a grandes rasgos, hay una sección que debes tener en cuenta antes de dividir el resto del cuaderno en 12 grandes grupos, uno por cada mes del año: el índice.

A priori puede parecer una parte menor dentro de la organización de nuestro diario, pero nos será muy útil para localizar rápidamente aquello que queramos buscar. De la misma manera, será la página en la que establezcas la leyenda de códigos que vas a seguir durante el resto del año. Comienza, por tanto, numerando las páginas de tu cuaderno.

Establecer un código

Llega el momento de establecer tu propio código, donde tendrás completa flexibilidad. Sin embargo, aquí te explicamos uno de los más utilizados:

  • Los puntos, que dan nombre al bullet journal, se asignan a las tareas.
  • Los guiones (-) son para las notas.
  • Los cuadrados o círculos con el interior blanco son para los eventos o momentos que quieres recordar en el tiempo. Aquello importante que no queremos olvidar.

Cuando una tarea se termina sobre el punto se marca una equis (x), si permanece incompleta se deja como está y se tacha si no se ha realizado. Pero si se adelanta (>) o se atrasa a otro día (<) se marcan con la apertura o cierre de etiquetas y se marca en el nuevo día con un punto.

Estos códigos además pueden combinarse entre sí. Por ejemplo, un evento importante sobre el que comentar una serie de notas. 

División mensual, semanal y diaria

No es obligatorio comenzar cada división mensual con una portada, pero ayuda a la organización y la separación entre bloques.

Después de la portada puedes plantear una página con el calendario del mes acompañado de una página de notas, donde utilizar un código de colores para marcar las reuniones, las fechas de entrega y demás citas importantes. Y explicarlas en profundidad justo en la página de al lado. 

A continuación llega la división semanal, donde es aconsejable plasmar cada semana del mes por cada dos hojas de nuestro cuaderno. Esto te permitirá establecer las tareas, notas y eventos a tener en cuenta para cada día, planificar la semana con claridad y establecer posibles objetivos. Al final de esta división, puedes dejar una serie de hojas en blanco para tareas/recados que pueden ir surgiendo de manera imprevista diariamente.

Consejos y secciones optativas del bullet journal

  • La flexibilidad que caracteriza a esta metodología puede hacer que comiences a planificar tu tiempo con muchas ganas pero que a medida que pasen los días surja la pereza de marcar todo aquello a recordar. Es importante ser constante y establecer un día en el que planificar la semana siguiente o el próximo mes. Por lo general, las semanas se planifican durante el fin de semana anterior y los meses durante la última semana del previo.
  • Si hay un mes en el que estás de vacaciones y sabes que no vas a querer registrar aquello que haces, no crees un espacio específico para él y aprovecha las hojas para los meses siguientes. Al no tratarse como tal de una agenda hay licencias que nos podemos permitir.
  • ¿Qué otras secciones no son obligatorias pero puedes incluir dentro del bullet journal? Todo aquello que se te ocurra. Desde los propósitos del nuevo año y los avances en los mismos, páginas en las que lleves un registro de tu estado de ánimo diario, hasta secciones en las que incluyas el ocio que realizas, las series que ves y los libros que lees. 

¿Conocías esta metodología de organización? ¿Te parece interesante lo que te contamos? ¡Comparte tus impresiones en los comentarios!

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