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Las meriendas sanas: otra forma de conquistar a los niños

Las meriendas son parte clave de la dieta de toda persona; en especial para los niños, cuando a media tarde se produce algún tipo de antojo. Es recomendable preparar meriendas sanas y nutritivas que aporten la energía necesaria para el resto del día. En este post se comparten algunas recetas ricas y sencillas de realizar.

¿Por qué son importantes las meriendas?

Tener una dieta variada y equilibrada durante las distintas etapas de la vida es clave para un crecimiento sano. Llevar una dieta saludable no solo impacta de forma favorable en la imagen de las personas sino también repercute de manera positiva en la vitalidad de las personas. Por eso es importante cuidar un balance entre los grupos de alimentos, controlando raciones y el consumo de calorías.

En este marco, las meriendas acortan los espacios de tiempo entre comidas, propiciando que a la hora del almuerzo y la cena no se produzcan tantas ganas de comer, al mantener los niveles de glucosa en la sangre.

El desayuno durante el recreo y la merienda de media tarde al salir de clases deben aportar un 15% de energía total diaria. De ahí su importancia, además del valor alimenticio que puede aportar. Para que su función se complete es importante que sean meriendas realizadas a partir de productos sanos.

Meriendas sanas, ¿cómo son?

Las meriendas están entre desayuno y almuerzo y almuerzo y cena. Para desarrollarlas es conveniente tener en cuenta productos ricos en vitaminas, proteínas y minerales. Eso quiere decir que debe haber lácteos, cereales y frutas dentro de las meriendas.

Al momento de hacerlas, para cuidar el balance alimentario, es necesario hacerlas en pequeñas porciones. Los niños tienden a aburrirse rápidamente con los alimentos. Por eso es importante variarlas, además de alternar la carga nutricional de diferentes alimentos. Algunas de ellas son las siguientes:

Rollito con pavo, aguacate y zanahoria

Una idea divertida, sana y rica. Apoyarse en las tortillas para hacer estas meriendas es una manera de variar la dieta y presentarle a los chicos una opción diferente. Se trata de agregar el pavo, el aguacate, la zanahoria y enrollarlos en la torilla. Se pueden mejorar agregando mayonesa light o mostaza.

Tostada integral, acompañada de queso fresco, espinacas y melocotón

Esos ingredientes ya la convierten en una opción deliciosa. Primero se unta el pan integral con queso. Luego se ponen las hojas de espinacas y seguidamente el melocotón.

¿Y ante el sobrepeso?

Si el chico o chica tienen sobrepeso, también hay alternativas. Las meriendas, dentro de su dieta, también son importantes porque contribuyen a controlar la ingesta de calorías. Algunas de las opciones que pueden ser útiles y deliciosas son las siguientes:

Brocheta de frutas

Presentar una variedad de frutas en forma de brocheta resultará atractivo para los chicos, quienes probablemente se sientan atraídos por el colorido de la propuesta. Se pueden cortar en pequeñas porciones. Esto contribuirá a que los niños las coman de forma natural y se familiaricen más con ellas.

Yogurt con cereales integrales

Combinar cereales y yogurt es una opción cuando se busca una merienda completa y equilibrada. Además de esto, si al plato se le agregan frutas, se convierten en una mejor opción aún.

Gelatina de frutas

En casa, en especial ahora en tiempos de aislamiento social, también se puede hacer gelatinas. Para hacerlas es necesario tener a mano zumo de fruta natural o hacer un puré de frutas. La gelatina natural se vende en polvo o en láminas. Estas se dejan unos cinco minutos en agua fría y luego escurrirlas.

Aparte, debe calentarse el zumo durante un tiempo. Luego se le añade la gelatina y se remueve hasta que quede complementa diluida. En esta etapa se puede añadir algún trozo de fruta. Hecha la mezcla, se sirve un molde y se  envía a la nevera.

Este tipo de meriendas no solo favorecen el crecimiento y el bienestar de los niños. También es una manera de educarlos, de enseñarles hábitos saludables, dejando a un lado los alimentos procesados o poco sanos por otros más saludables. Se recomienda una revisión de la dieta cotidiana para ver cómo se puede incorporar cada merienda sin alterar demasiados las cosas y, a su vez, el niño disfrute de una nueva experiencia gastronómica.

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