Empieza el último trimestre de 2018, así que es un momento interesante para revisar objetivos. En este momento ya contamos con bastante información estadística sobre 2018 pero todavía tenemos tiempo para enmendar errores antes de final de año.
Uno de los objetivos de todas las empresas y trabajadores es minimizar los accidentes en el trabajo. Las estadísticas nos permiten conocer cuáles son las principales causas de accidentes laborales. Y por lo tanto en qué áreas debemos centrarnos para mejorar la seguridad laboral.
Los accidentes en el trabajo en 2018 comparados con años anteriores.
De momento tenemos datos disponibles que llegan hasta Julio de 2018. En lo que va de año podemos ver que 2018 sigue en la misma tendencia que estos últimos años. El número total de accidentes en el trabajo va aumentando poco a poco desde 2013. Este dato por cierto es de esperar, ya que el número de trabajadores también lleva aumentando al mismo ritmo desde 2013. Por lo tanto el número de accidentes laborales por número de trabajadores se mantiene más o menos estable.
Siempre conviene recordar que los datos absolutos pueden resultar engañosos, Como muestra otro ejemplo parecido al anterior: La comunidad autónoma donde ha habido más accidentes laborales en lo que llevamos de año es Cataluña con 52.178 casos. Y esto no es una situación excepcional, sino lleva siendo así varios años seguidos. Sin embargo, debemos tener en cuenta que en Cataluña hay más trabajadores que en otras comunidades autónomas. Cuando ajustamos el número de accidentes de trabajo al número de trabajadores podremos ver que Cataluña es en realidad la tercera comunidad más segura con sólo 260 accidentes al mes por cada 100.000 trabajadores.
Las causa más frecuentes de accidentes en el trabajo.
De nuevo, los datos de 2018 se mantienen en las tendencias de años anteriores. La causa más frecuente de accidentes en el trabajo es el sobreesfuerzo físico sobre el sistema musculo esquelético. Uno de cada tres accidentes laborales con baja son debidos a estos sobreesfuerzos.
Repetir el mismo movimiento una y otra vez, cargar peso en una mala postura, o no tener tiempos de descanso adecuados son algunos de los desencadenantes de estos accidentes. Por tanto, buenas formas de reducir estas incidencias son la rotación entre trabajadores, una formación adecuada en la forma segura de mover pesos, y periodos de vacaciones adecuados.
Dicho esto, aunque este es el tipo de accidente laboral más común no es de los más peligrosos. Los esguinces, dolores de cuello y lesiones en la espalda sin duda pueden obligar a un trabajador a darse de baja. Pero en la mayoría de los casos las consecuencias de estos accidentes no entran dentro de la categoría de accidentes graves.
Las causas más frecuentes de accidentes laborales de carácter grave.
Un accidente grave es aquel en el que el trabajador se rompe un hueso largo, sufre amputación, una quemadura de segundo o tercer grado, un traumatismo craneoencefálico, o se daña severamente las manos, la columna vertebral, la vista o el oído.
Afortunadamente los accidentes laborales graves son mucho menos frecuentes que los accidentes leves. Aun así hay dos tipos de accidentes muy comunes que pueden tener consecuencias graves.
El más frecuente es un golpe contra un objeto inmóvil mientras el trabajador está en movimiento.Uno de cada tres accidentes graves se debe a este motivo, especialmente cuando el trabajador sufre una caída como consecuencia del choque.
Una de las mejores formas de prevenir estos accidentes es mantener ordenadas las áreas de trabajo. Evitando dejar obstáculos en las zonas de paso estrechas o transitadas. Otro factor de riesgo innecesario es correr o caminar de forma apresurada, especialmente al torcer esquinas con escasa visibilidad.
El segundo tipo de accidente grave más frecuente es el accidente de tráfico. Tanto es así que uno de cada cinco accidentes laborales graves es un accidente de tráfico. Aunque principalmente este tipo de accidente ocurre in intínere. De hecho, si sólo se tuvieran en cuenta los accidentes in itínere los accidentes de tráfico serían los accidentes leves, graves y mortales más frecuentes. Lo que nos lleva a discutir los tipos de accidentes laborales más peligrosos.
Las causas más frecuentes de accidentes laborales mortales.
En el periodo de 2018 de Enero a Julio se produjeron un total de 136 accidentes laborales mortales debidos a accidentes de tráfico. Esto equivale aproximadamente al 38% de los accidentes laborales letales.
Estas cifras muestran la importancia de extremar las precauciones para la prevención de estos accidentes. La más esencial es cumplir con las normas de tráfico, pero esto es evidente. No se debe olvidar que la mayoría de los accidentes de tráfico, laborales o no, ocurren en trayectos cortos. Recorrer rutinariamente el mismo trayecto todos los días puede disminuir la concentración de los conductores. Es fácil bajar la guardia en una actividad que se ha hecho bien tantas veces, pero debemos recordarnos las consecuencias de hacerla mal aunque sólo fuera una vez. Asimismo es importante estar totalmente despejado a la hora de conducir, por lo que es conveniente despertarse con suficiente antelación antes de acudir al puesto de trabajo.
El otro tipo de accidente en el trabajo que causa más tragedias son los infartos y derrames cerebrales. Curiosamente en el mismo periodo de 2018 el número de accidentes laborales mortales debidos a estas causas es 136. El mismo número que el de accidentes de tráfico mortales en el trabajo.
Identificar este tipo de episodios como accidentes de trabajo y no como enfermedades laborales puede parecer ambiguo. Pero es más importante saber que son la principal causa de mortalidad en el puesto de trabajo.
Por lo tanto se deben poner muchos esfuerzos en su prevención, lo cual es complicado porque en este tipo de episodios intervienen muchos factores. Desde los niveles de estrés, pasando por la temperatura a la que se realiza el trabajo, y por supuesto por la carga de trabajo. En cualquier caso, predecir y evitar un infarto puede resultar difícil, incluso con un seguimiento médico dentro de la empresa.
Por eso cobran mayor importancia las medidas de reanimación para reducir al mínimo los daños causados por un infarto. Una de estas medidas sería la formación de los trabajadores en RCP y la presencia de desfibriladores.
Por acabar en una nota positiva esto quiere decir que tenemos experiencia lidiando con estos riesgos. Es importante saber a qué nos enfrentamos y por eso una de las mejores medidas de prevención sigue siendo la formación en materia de los accidentes laborales.
