Existen diferentes beneficios respecto a los horarios académicos más habituales. Entre los más significativos destacaban poder compaginar la formación con la jornada laboral, invertir menos tiempo en desplazamientos, aprovechar que en momentos previos al sueño la asimilación de conceptos es mejor, beneficiarse de la quietud y de las menores distracciones durante la noche y, finalmente, el hecho de disponer de las mañanas para realizar gestiones limitadas a horarios intensivos y de oficina como, por ejemplo, acudir al banco o al médico.
CUATRO ALUMNOS MATRICULADOS EN CURSOS DE TARDES EN IFP AVALAN SUS BENEFICIOS
En el siguiente vídeo podemos ver a testimonios directos que avalan dichas ventajas. Son cuatro alumnos matriculados en cursos impartidos por las tardes en iFP. Nadie mejor que los propios estudiantes para dar testimonio inequívoco de dichos beneficios. Todos ellos coinciden en señalar que una de las ventajas más evidentes del estudio por las tardes es poder trabajar durante las mañanas, hecho que —según ellos mismos y todos los estudios relacionados con la formación— mejora la trayectoria y experiencia del alumno.
El segundo beneficio con más consenso entre el alumnado de tardes en iFP es la posibilidad de establecer una pautada rutina de estudio nocturno —la mejor franja horaria, como apuntábamos, para asimilar los conocimientos adquiridos— que termina significando mayor rendimiento académico. Por otra parte, los estudiantes también coinciden en apuntar que ir a clase por las tardes es una buena alternativa a las pérdidas de tiempo producidas en las horas punta por las aglomeraciones en el transporte público i las de congestiones tráfico.
En iFP proponen la opción de estudiar por la tarde y, obviamente, también por la mañana. El alumno elegir en función de sus preferencias o de como tenga organizado su día a día. En cualquier caso, si necesitan ayuda para encontrar un curso que se adapte exactamente a lo que están buscando, ¡no dudes en consultar al centro!
Fuente: Blog iFP – Grupo Planeta
