Cuando consideras que tu vocación sanitaria está unida a tu decisión de formación y, a su vez, ésta te permite aumentar tu eficacia en el desempeño profesional, elegir un Máster en Ética en Ciencias de la Salud, te dará la satisfacción de haber encontrado la especialización adecuada. Este máster se imparte en modalidad online y, si lo prefieres de forma presencial, también te ofrecemos otras alternativas.
¿Qué se aprende con un máster de ética en ciencias de la salud?
En la actividad profesional del máster podrás descubrir los fundamentos éticos aplicados a la salud; conocerás el porqué de la especificidad de los problemas morales que se plantean a través de la bioética; estudiarás el sector de la bioética y su aplicación en la sanidad. A través de este programa formativo, tratarás contenidos como la historia de la bioética, los aspectos de la bioética médica, las perspectivas del bien común, la investigación y el bien común, entre otros.
Obtendrás las herramientas adecuadas para enfrentar los principales dilemas morales que se presentan en programas internacionales y prácticas españolas sobre salud colectiva, adaptando los principios morales básicos a la bioética clínica, como en el modelo de los cuatro principios de «no-maleficencia», «beneficencia», «autonomía» y «justicia» (Beauchamp & Childress, 1994), analizando y aplicando otros modelos que llevan a la comprensión de los fundamentos éticos para la calidad en salud y la política social para adaptarlos a nuestra sociedad.
Así, por ejemplo, los cuatro principios ayudan a comprender que:
- la beneficencia presupone que todo acto médico tiene por finalidad hacer el bien y cuidar los intereses del paciente;
- la no-maleficencia señala que toda intervención debe evitar o reducir al mínimo los riesgos y daños para el afectado;
- la autonomía requiere que todos los participantes en el acto biomédico consientan informada y voluntariamente al proyecto terapéutico o de investigación a realizarse;
- según la justicia, todos los recursos, derecho y obligaciones deben ser ecuánimemente distribuidos y respetados para cada uno.
Esta breve descripción deja en claro que estos lineamientos éticos se refieren a interacciones entre individuos, tal como se da ejemplarmente en la relación médico-paciente o en la de investigación biomédica.
Este máster explora una posible ética en salud pública que sea más atinente a los conflictos morales que surgen en este campo. Presenta las inadecuaciones del principialismo para el ámbito de la salud pública. Analiza, entre otras, las tres propuestas alternativas y aparentemente más adecuadas:
- la propuesta de una ética de solidaridad revitalizada por Callahan (1998), y
- dos versiones de ética de la responsabilidad:
- la ética de la responsabilidad óntica de Jonas (1979) y
- la ética de responsabilidad diacónica de Lévinas (1974).
Después de mostrar las insuficiencias de la primera, se propone utilizar elementos comunes de ambas formas de ética de responsabilidad, sugiriendo una nueva versión de ética de responsabilidad elaborada como un principio de protección, que no había sido contemplado como tal por el pensamiento bioético tradicional.
El principio de protección se propone como el más adecuado para enfrentar los problemas morales relacionados con la salud pública, capaz de generar acuerdos entre salubristas y eticistas cuando enfrentan conflictos que no pueden dirimirse con recurso al modelo principialista. La ética de protección debe ser entendida como un compromiso práctico, sometido a alguna forma de exigencia social, con lo cual la protección se vuelve un principio moral irrevocable, puesto que agentes, afectados, tareas y consecuencias deben ser definidos. No quedan de este modo resueltas las dificultades éticas en salud pública, pero al menos se intenta esclarecer algunos conflictos teóricos y prácticos que se han dado, en particular, por la confusión conceptual entre el nivel privado y el público en el análisis de sus problemas morales.
La definición del marco ético adecuado para la consideración de la Salud Pública (SP) es una cuestión previa a dilucidar para cualquier diseño formativo. Las opciones básicas son dos: las posiciones que trasladan inmediatamente el marco comúnmente adoptado por la bioética, y las que reclaman un abordaje específico para estas cuestiones. La especificidad es una posición defendida con diferentes argumentos, y un lugar común afirma que la relación entre el médico asistencial y el paciente es de naturaleza distinta a la que existe entre las acciones de SP y los individuos que conforman las poblaciones afectadas. Estos y muchos otros conocimientos encontrarás en tu Máster en Ética en Ciencias de la Salud.
