Todos tenemos una fuerza interior, una razón que nos lleva a ser lo que somos y lo que hacemos con regocijo, optimismo y confianza. La motivación es aquello que mueve a las personas a luchar por una meta, un propósito, una carencia, una necesidad o un esfuerzo propio.
Los tres tipos de motivación
- Motivación extrínseca
Este tipo de motivación se refiere a aquellos estímulos motivacionales que vienen del exterior, tanto del individuo como de la actividad que se esté realizando. Así pues, los incentivos son retribuciones externas, por ejemplo, el dinero o el reconocimiento por parte de otros. La motivación extrínseca no se basa en sentir satisfacción por llevar a cabo determinada actividad, por el contrario, se trata de la recompensa que se obtiene por lo que se está haciendo.
En este caso, puedes trabajar duro para ganar más dinero a pesar de tener poco interés por esta actividad. También están las recompensas que los padres le dan a sus hijos por hacer la tarea o por rendir bien en la escuela.
- Motivación intrínseca
La motivación intrínseca es lo que impulsa a las personas a actuar de la forma que lo hacen, esto quiere decir que la motivación viene del interior del individuo, sin importar la recompensa. Está estrechamente vinculada a las aspiraciones de crecimiento personal y autorrealización, donde siempre está presente el gusto por hacer una tarea o actividad. Un ejemplo de esta motivación puede ser participar en un voluntariado, realizar un trabajo social, tocar algún instrumento, practicar un deporte, etc.
- Motivación trascendente
Cuando hablamos de generosidad o servicio estamos haciendo referencia a la motivación trascendente, la cual consiste en no ser indiferente ante las satisfacciones o necesidades de otros individuos. Esta motivación actúa bajo los valores de la solidaridad, el servicio y la amistad. Es definida como el impulso de actuar para servir a otros y satisfacer sus necesidades, depositando todas las creencias, valores y principios en sus responsabilidades. Cuando atraemos la satisfacción de necesidades ajenas estamos teniendo una actitud de motivación trascendente, por ejemplo, los trabajos de las ONG, los médicos, los enfermeros, los maestros o las mismas madres que se despiertan todos los días para atender a su hijo.
La generosidad es un valor necesario en la sociedad y, al mismo tiempo, es una fuerza muy intensa que se encuentra oculta en algunos seres humanos. Por esta razón, la motivación trascendente elimina los comportamientos egoístas y le da la bienvenida a las acciones que realmente importan, como la cooperación, la bondad y la buena voluntad. Siempre y cuando seamos conscientes de lo que somos y hacia dónde queremos ir.
Actualizado en marzo de 2022
