¿Por qué aprender maquillaje profesional?

¿Cuántas veces jugaste a maquillarte delante del espejo durante la niñez o la adolescencia? Aunque la estética puede considerarse un hobbie entretenido y agradable, también ofrece muchas satisfacciones en el ámbito profesional. En concreto, el sector del maquillaje abre una amplia gama de opciones laborales. De hecho, hay salidas para todos los gustos. Desde el maquillaje más cotidiano para ocasiones especiales (bodas, comuniones, fiestas, etc.) hasta el más creativo (caracterización de un personaje de ficción). Sin embargo, como pasa con todos los trabajos, cada posición tiene sus pros y sus contras.

En este post, nos dedicamos a analizar los puntos fuertes del maquillaje profesional y describimos cuál es la formación más adecuada. ¿Y a ti? ¿Te gustaría ejercer como especialista del pintalabios y el colorete? Pues ponte en contacto con el equipo de Emagister y te ayudaremos a encontrar el curso que mejor se adapte a tus necesidades. ¿Con cuál te quedas?

5 motivos para estudiar maquillaje profesional

Trabajar como maquillador profesional tiene muchas ventajas. Estas son las más destacadas:

1. Salidas laborales aseguradas. Las opciones de trabajo en este ámbito son múltiples. La más conocida es trabajar en un salón de belleza para maquillar a las clientas. Sin embargo, también se puede trabajar en la televisión, en la radio o en el teatro. En este caso, el maquillador debería preparar a las personas que aparecen delante de las cámaras o dedicarse al maquillaje de cataracterización. Por ejemplo, el que hace posible que los efectos secundarios parezcan verosímiles.
2. Creatividad y especialización. Una de las virtudes que suelen tener los maquilladores profesionales es la creatividad. En este sentido, el trabajo permite ir innovando en función de las características y las preferencias del cliente. Por otro lado, especializarse en maquillaje da un valor añadido a cualquier centro de estética. En otras palabras: hay vida más allá de las pedicuras y las depilaciones.
3. Facilidad para empezar en los ratos libres. Si estás estudiando maquillaje profesional y necesitas hacer prácticas, puedes empezar a coger soltura durante los ratos libres. Pídele a amigos y familiares de confianza que te dejen hacer pruebas. ¡La experiencia te ayudará a perder el miedo!
4. Oportunidad para reciclarse. ¿Tienes un centro de estética y sientes que te has estancado ofriciendo siempre los mismos servicios? En este caso, hacer un curso de maquillaje de puede servir para recuperar la motivación y atraer a más clientes.
5. Vocación y diversión. Los profesionales de la estética suelen tener una gran vocación por su trabajo. Además, el auge de youtubers e instagramers amplia las opciones de ocio compartido entre los maquilladores. ¡Atrévete a mostrar tus propuestas en las redes sociales!

¿Qué hay que estudiar para ser maquillador profesional?

La formación vinculada a la estética y al maquillaje profesional pasa casi siempre por la FP. Véamos cuáles son las opciones de estudio más frecuentes:

1. Ciclo superior en caracterización y maquillaje profesional. Este es el ciclo que ofrece una formación más específica sobre maquillaje. En concreto, prepara a aquellas personas que quieran ejercer en ámbitos artísticos, como la televisión, el cine o el teatro. Por ello, pone en el accento en la caracterización de personajes.
2. FP superior en estética integral y bienestar. En este caso, se ofrece una perspectiva más global del fucionamiento de un centro de estética. No obstante, también se incide en el ámbito del maquillaje. De hecho, estos titulados han de ser capaces de realizar maquillajes correctivos por microimplantación de pigmentos personalizados, siempre adaptándolos a las necesidades de cada cliente.
3. Ciclo de grado medio en estética y belleza. Si no quieres hacer un ciclo de grado superior y te interesa el mundo de la estética, esta es la opción que estás buscando. Aquí también tendrás la opción de aprender maquillaje, Eso sí, desde una perspectiva menos artística y más social.
4. Ciclo superior en estilismo y dirección de peluquería. Aunque no lo parezca, la peluquería es una parte fundamental del maquillaje. De hecho, los maquilladores profesionales se encargan de que las pelucas, las barbas y los bigotes postizos estén en perfecto estado.
5. FP superior en asesoría de imagen personal y corporativa. Estos técnicos superiores son capaces de asesorar y entrenar al cliente en maquillaje, peluquería y estética. Una opción interesante si quieres aprender maquillaje sin cerrarte otras puertas.

Más allá de la FP, también es posible realizar cursos no reglados, de duración más corta, ya sea para titulados en estética o para personas sin formación previa.

¿Qué pefil debe tener un maquillador profesional?

Aparte de la formación académica, es recomendable que un maquillador cuente con una serie de aptitudes personales. Destacamos las siguientes:

• Habilidad y precisión en el trabajo con las manos.
• Facilidad para el trato personal y el trabajo de cara al público.
• Creatividad e interés por el diseño de nuevas opciones estéticas.
• Facilidad para trabajar en equipo.
• Capacidad de trabajar bajo presión.
• Interés por el sector del cine, el teatro y la televisión.

¿Cuánto dinero gana un maquillador profesional?

El sueldo de un maquillador profesional suele variar en función de la experiencia y del puesto de trabajo. Evidentemente, no es lo mismo trabajar para un pequeño centro de estética que para una gran productora de cine. Además, hay otro factor a tener en cuenta. Cuando el maquillador trabaja por cuenta propia, es él quien debe poner el límite. Así, es recomendable que, en primer lugar, elabore un presupuesto para cada cliente.

¿Qué aspectos debe tener en cuenta dicho presupuesto? Pues, por ejemplo, los costes de desplazamiento, el precio de los productos o el tiempo invertido en cada tratamiento. En resumen, se trata de una decisión personal muy díficil de calibrar. Eso sí: hay un consejo que nunca falla: rendondear el precio para no marear al cliente con subidas y bajadas leves.