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¿Por qué dominar una segunda (o tercera) lengua mejora las posibilidades de encontrar trabajo?

Es fácil comprender la relación entre capacitación y búsqueda de empleo: cuantos menos candidatos existan capaces de realizar las tareas de un trabajador cualificado, mayores serán los beneficios para aquellos que hayan destinado tiempo y esfuerzo a su formación.

En un mundo globalizado, el conocimiento de idiomas es clave. Nos referimos a las profesiones donde la lengua no juega un rol intrínseco (como podría ser la enseñanza de idiomas o la traducción), para las que saber hablar idiomas constituye un factor diferencial. Aquí te explicamos algunas razones por las que dominar más de una lengua mejora las posibilidades de encontrar trabajo.

  • El mercado laboral cambia: las tendencias del mercado laboral indican que el trabajo para toda la vida ya no es la constante, ni mucho menos. Las empresas quieren más flexibilidad y esto se traduce en contrataciones de profesionales autónomos, por obra y servicio, y tercerización de tareas que antes se gestionaban dentro de los departamentos de la empresa. El lado positivo de esta situación es que se trabaja por proyectos, algo que permite al trabajador ofrecer sus servicios a varias empresas en simultáneo; y que nada te limita al territorio donde vives. Si hablas inglés o chino, ya puedes empezar a buscar ofertas para tu nicho en otros mercados.
  • La internacionalización es la constante: si te gusta trabajar en tu país, pero tu empresa busca expandir sus mercados, saber expresarte en otros idiomas será una carta en la manga a la hora de negociar salarios o funciones. Algunos sectores donde la internacionalización está comprobada son:
    • Administración pública:  la colaboración con la Unión Europea en cuanto a subvenciones, fondos y proyectos compartidos obliga a los empleados públicos a mejorar su competencia en idiomas para aportar ese plus de valor al puesto que desempeñan.
    • Sanidad: las sociedades multiculturales requieren que los trabajadores que atienden al ciudadano puedan expresarse en más de un idioma. Si bien en el área sanitaria suelen contratarse intérpretes cuando el presupuesto lo permite, un profesional sanitario que pueda hacer preguntas básicas a su paciente en lengua extranjera tendrá un perfil mucho más atractivo. Esto es así, especialmente para las clínicas de fertilidad o de tratamientos estéticos, que son de las más internacionalizadas del sector.
    • Negocios, ventas y marketing: de lejos, el sector donde la internacionalización está completamente incorporada. Un profesional de la banca o las finanzas con conocimiento de idiomas es un activo para la empresa que cuente con él entre sus filas.
  • Conocer un idioma es conocer una cultura: lo importante no es pronunciar a la perfección un «Nice to meet you», sino saber cuándo conviene dar la mano en medio de negociaciones, o cuántas etapas conlleva cerrar un trato con una empresa china. Saber si una invitación rusa a ir de copas forma parte o no del trabajo puede ser muy relevante a la hora de conseguir un cliente. Solo un profesional que conozca los aspectos culturales de un país será de utilidad para sus empleadores.
  • Existen especializaciones por sector y no cualquier idioma será válido: por ejemplo, para las TIC, los idiomas escandinavos son un valor añadido, pero si trabajas en videojuegos o animación, el japonés es lo suyo.

Un error frecuente es pensar que saber un idioma será la clave de nuestro éxito. No. Debemos entender dos cosas: aprender un idioma porque puede ayudarte en tu carrera es una motivación que te costará sostener. Por otra parte, no debes dejar de lado el desarrollo de tus otras habilidades y competencias, aquellas que son el centro de tu perfil profesional: cómo hacer una entrevista (si eres periodista); cómo escribir código Python (si eres programador) o cómo delinear un proyecto (si eres arquitecto).

Por ello, si descubres que tienes un tiempo que quieres dedicar a la formación, aprender un idioma puede ser la respuesta. Si bien la inversión en formación en idiomas es a mediano o largo plazo, nunca se sabe cuándo puede ayudarte a dar un salto profesional. Y, al fin y al cabo, puedes estudiar hasta en el metro.

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