El desempleo y la precariedad laboral entre los jóvenes han sido y son, dos de las principales lacras sociales en el conjunto de Europa, más si cabe en España, país que suele liderar los ránkings en desempleo de menores de 30.
En los últimos años hemos atendido a una importante evolución y es que han aumentado las cifras de titulados universitarios, pero, contrariamente a lo que pudiera pensarse, este hecho no ha venido de la mano de una mejora de la situación laboral de los jóvenes. En realidad ha sucedido lo contrario, esta cifra ha acompañado una cada vez más alta tasa de jóvenes con estudios superiores y sin empleo cualificado, o sin trabajo.
Pero, ¿qué hay de cierto en estos datos?
La crisis económica, apoyada sobre una incesante globalización, modernización de los sistemas productivos y un sistema fuertemente dependiente del sector terciario, y de su temporalidad, ha determinado que de forma más o menos directa el desempleo afecte a la mayor parte de la sociedad y de forma común a todos los ámbitos, aunque a algunos con mayor severidad que otros.
Según estudios recientes, ya superan los 300.000 los menores de 30 que han salido a buscar una oportunidad laboral, o simplemente un trabajo cualificado, en un país extranjero.
Rápida inserción, pero precariedad
El pasado día 9 de julio la Agencia Catalana de Calidad Universitaria publicó un estudio que recoge los datos de una encuesta realizada a titulados universitarios y que establece que en los meses posteriores a terminar sus estudios los jóvenes encuentran trabajo, aunque en unas condiciones precarias. Muchos de ellos, afirma, no supera los 15.000 euros brutos anuales, es decir, no logra ser ‘mileurista’. Menos del 50% de ellos no tienen un contrato fijo.
El documento va más allá al advertir que cada vez es más frecuente que los jóvenes universitarios desempeñen tareas que no están relacionadas con los estudios que han cursado, sólo el 76% de los que consiguen trabajo logran hacerlo en su ámbito. De hecho, según datos del pasado 7 de julio del informe anual de la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CyD), 70.000 titulados ocupaba trabajos en España que no precisaban ninguna formación.
A pesar de lo indicado, la formación, independientemente del sector, sigue siendo la vía más segura para conseguir un empleo cualificado en el futuro. Y es que, según este estudio, los titulados universitarios siguen teniendo el doble de posibilidades que las personas sin formación para conseguir un empleo. Y más, un 93% de los doctorados consiguen empleo, aunque sólo la mitad de ellos tienen un contrato fijo.
Titulados en ciencias sociales y jurídicas
Respecto a los estudios, los titulados en las ramas de artes, humanidades y ciencias son las que menores tasas de afiliación a la Seguridad Social presentan entre los recién titulados.
Por el contrario, las tasas mayores son para los estudiantes de ciencias sociales y jurídicas, en términos generales, y aunque no se trata de un indicador fiable, ya que dentro de cada sector existen profesiones que puntualmente pueden requerir de un mayor número de profesionales.
¿Nos encontramos frente a un nuevo cambio de tendencia? ¿Están nuestros titulados sentenciados a condiciones de trabajo precarias? Los datos de este estudio no son esperanzadores, aunque será el propio ciclo económico el que determine un cambio de rumbo laboral para nuestros jóvenes.
