Las tareas humanitarias dirigidas a la protección de la población contra peligros hostiles o catastróficos es lo que se conoce como Protección Civil. Este servicio tiene el fin de contribuir a la recuperación inmediata a personas y bienes, por causa de daños ocasionados, así como de facilitar la supervivencia.
Bien sea por algún tipo de agresión, o por algún elemento natural o extraordinario, la protección civil debe salvaguardar a la ciudadanía de cualquier altercado. Entre los servicios propios de la protección civil se encuentran las alarmas, evacuaciones, salvamento, habilitación de refugios, primeros auxilios, lucha contra incendios, señalización de zonas peligrosas, descontaminación, preservación de bienes, protección ante animales peligrosos y logística del tráfico para vehículos, así como otras medidas de urgencia y seguridad.
El desempeño de estas tareas es ejecutado por profesionales de las Áreas de Seguridad y Movilidad, pertenecientes a los Ayuntamientos, que cuentan con la Certificación de Protección Civil pertinente para desarrollar sus competencias. También pueden contribuir a estos servicios personas integradas en cualquiera de los servicios requeridos para cada situación, de manera voluntaria, aunque no ejerzan su labor dentro de la Administración Pública.
El voluntariado que colabora con los servicios de Protección Civil, desempeña funciones de colaboración con la Dirección General de Seguridad, en las distintas localidades, además de participar en dispositivos operativos preventivos, colaborar en la atención de personas afectadas en emergencias y apoyar a los servicios operativos de emergencia.
La formación especializada en protección civil capacita para evaluar los distintos agentes de riesgo y organizar los planes de actuación para su neutralización, así como las medidas inmediatas de socorro e intervención física y psicológica. Estas acciones se pueden llevar a cabo mediante una planificación y gestión eficaz de cualquier situación de emergencia. Para ello, es conveniente conocer la legislación básica en materia de protección civil, que también puede adquirirse en los programas formativos de este ámbito profesional. Otra de las habilidades que se adquieren en los cursos de protección civil es la capacidad para detallar las intervenciones a seguir en cada tipo de emergencia, y la introducción de las medidas necesarias en materia de prevención de riesgos laborales, dentro de esta área.
Al igual que en los cursos de rescate vertical, la formación en protección civil debe complementarse con un aprendizaje sobre las técnicas de traslado de accidentado, para que el personal encargado y colaborador esté familiarizado con ésta y otras medidas de Primeros Auxilios.
