La bioética es una disciplina que vincula las ciencias biológicas y la salud con la rama de la ética aplicada a las decisiones que puedan afectar a la vida de los seres vivos. En otras palabras, podríamos decir que se trata de la ética de la vida, dado que está muy relacionada también con los principios y valores morales. En esta ocasión, vamos a profundizar un poco más en este concepto y conoceremos cuál es su importancia.
Tradicionalmente ha existido una ética médica ligada a este campo profesional. Como en cualquier ámbito, cualquier actuación debe estar sujeta a cierta moralidad. A partir de la segunda mitad del siglo XX, no obstante, aparece el concepto de bioética, que va un paso más allá de la ética médica. Esta disciplina nació como una luz para iluminar ciertas decisiones médicas, como es el caso de la investigación con seres humanos. Su llegada supuso una revolución, dado que puso sobre la mesa varios temas de debate. Asimismo, la bioética pronto se extendería a otras áreas como el medioambiente.
La definición de bioética suele atribuirse a bioquímico Van Rensselaer Potter, quien en la década de los 70 hizo hincapié en la necesidad de articular una nueva especialidad que aunara la medicina, biología y ecología con el estudio de los valores con el objetivo de preservar el futuro de la especie humana. En principio, la bioética no está adscrita a ninguna corriente religiosa ni tampoco política. Es, por tanto, laica y pluralista.
La importancia de la bioética
La bioética aterrizó en nuestras sociedades en un momento de cambios. Estos cambios, así, precisaban de una visión distinta. Vamos a ver por qué es una disciplina que surgió como una necesidad.
1. La ciencia sufrió una transformación
La Segunda Guerra Mundial marcó un antes y un después en la sociedad. Si antes de la guerra la ciencia se consideraba un ente neutral, el lanzamiento de las bombas atómicas transformó sustancialmente ese paradigma. Entonces, la sociedad se dio cuenta de que la ciencia también puede hacer mucho daño. También en estos años las alteraciones en el medioambiente comenzaban a ser notorias. En este contexto, era preciso ejercer un control determinado sobre la ciencia.
2. La medicina ha cambiado
También el campo de la medicina se ha transformado. Han surgido nuevos planteamientos ante las enfermedades, los nacimientos y la muerte. Los avances en la medicina plantean nuevos conflictos éticos que es preciso resolver y que la tradicional deontología profesional no puede abarcar.
3. Cambios en la mentalidad y nuevos derechos
La sociedad ha cambiado y también la política. Los avances en los derechos de las mujeres, de los animales o de los consumidores requieren nuevos marcos normativos. Asimismo, los pacientes son cada vez más protagonistas en los procesos que les atañen. Exigen ser informados y, por supuesto, tomar decisiones.
En este contexto, es importante introducir aire fresco a los conflictos que van apareciendo desde el punto de vista del bienestar de las personas para garantizar la supervivencia de la especie humana. Todo ello siempre en base a cuatro principios:
- Autonomía. Respeto a la libertad y capacidad de decisión de los individuos.
- Beneficencia. Obligación de actuar siempre en beneficio del paciente.
- No maleficencia. No hacer el mal de manera intencionada.
- Justicia. Ser equitativo, evitando las situaciones de desigualdad.
La bioética, como ves, es un campo muy amplio, interesante y de gran relevancia en nuestros tiempos. ¿Quieres saber más? Desde Emagister te animamos a consultar la oferta formativa de la Escuela de Ciencias Jurídicas, que propone una metodología de enseñanza online y a distancia para comodidad de los alumnos.
