Como por muchos es sabido, la robótica colaborativa se ha asentado en muchos sectores de la vida humana. Sin apenas darnos cuenta, estos artilugios programados se han convertido en imprescindibles. Los hay en la cocina, en las labores de limpieza o hasta en los momentos de ocio. No obstante, el sector de la robótica es tan amplio, innovador y transformador, que nunca se deja de aprender.
Qué es la robótica
Para comenzar, hay que saber que la robótica es una ciencia que abarca muchas disciplinas de la tecnología y la electrónica. La principal finalidad de la robótica es la de crear máquinas que sepan hacer o simular comportamientos humanos. El fundamento de este vocablo proviene de la palabra «Robbota», una palabra checa que se traduce como «servidumbre» o «trabajo forzado».
¿Por qué motivo se acabó conociendo así a estas máquinas que, precisamente, pueden ayudar a los humanos a eximirse de tareas mecánicas y pesadas? Fue Karol Capek, escritor y dramaturgo de la República Checa, quien lo acuñó en 1920. La primera vez que se utilizó la palabra «robot» fue en una de sus obras de teatro, R.U.R. (Rossum’s Universal Robots). En ella, Capek hablaba sobre una empresa competente para fabricar humanos artificiales y terminar con el trabajo desmesurado de los peones en las fábricas.
Tras ello, el divulgador científico y escritor Isaac Asimov, quien afirmó que la robótica es una ciencia que estudia y diseña los robots. También fue él quien instauró las tres leyes de la robótica para sus novelas. Las mismas, establecían que un robot no puede malograr a un humano y que debe formalizar con las órdenes de los humanos (a menos que sean para perjudicar a otro humano) y deben cuidar por su existencia mientras no entren en colisión con las dos primeras leyes.
Una vez contextualizado el mundo de la ciencia de la robótica, hay que comprender el concepto de robótica colaborativa. Pues, básicamente, son robots diseñados para llevar a cabo labores en colaboración con los humanos.
Definición de robot colaborativo o cobot
Los robots han transformado la manera de ver el mundo. Y parece que lo han hecho de forma persistente. Y es que se han instalado en el día a día de las personas, y no solo han permanecido, sino que no paran de ocupar nuevos espacios. Uno de ellos, los sitios de trabajo. De ahí ha aparecido la industria 4.0., también conocida como la etapa de la producción inteligente.
Y una de las grandes «causas» de esta revolución industrial digital es la aparición de la robótica colaborativa. Los cobots, así se denominan también los robots colaborativos, son aquellos robots preparados para trabajar colaborativamente con los trabajadores de la industria 4.0.
Estos automatismos industriales acostumbran a estar creados para trabajar junto a humanos. Por ello, deben seguir unas exigentes normas de seguridad robótica para que los humanos que laboren con cobots estén seguros y soporten el menor número de accidentes posibles.
Características de los robots colaborativos o cobots
Así, el robot colaborativo cuenta con unas cuantas características que le diferencian de los robots domésticos u otros androides. Sus principales virtudes son:
- El cobot está pensado para que sus usuarios puedan sistematizarlo fácilmente. Por ello, tienen sistemas elementales.
- La programación de sus ocupaciones es regulable. De este manera, los operarios de la Industria 4.0. que trabajan con robots colaborativos pueden adaptar su fuerza y movimientos.
- Los cobots acostumbran a estar confeccionados con materiales ágiles. Esto es una medida de seguridad imprescindible para los usuarios de estos automatismos industriales.
- Producidos a base de sensores, los últimos diseños de robótica colaborativa son avezados de parar sus movimientos si uno de sus sensores intuye movimientos extraordinarios.
- Permiten crear productos adaptados a las exigencias y necesidades de cada cliente. Por ello, los trabajadores de la industria 4.0 están instruidos en robótica.
Los beneficios de la robótica colaborativa
Los beneficios de la automatización industrial y la introducción de los robots colaborativos en líneas de producción son muchos más de los que se puedan llegar a imaginar. Por ello, esta inclinación no deja de crecer. Tanto es así que, según la OCDE, el mercado español será uno de los que más automatización va a percibir, pudiendo perjudicar a uno de cada cinco puestos de trabajo. Ello se debe a la rápida adecuación de las industrias a los cobots, sencillos de manejar, y más asequibles que los automatismos industriales habituales.
No obstante, estas cifras no son malas, al contrario. La opción de que pequeñas, medianas y grandes empresas automaticen sus procedimientos más competitivos, repetitivos y monótonos es altísima. Un punto a favor tanto para las empresas como para los trabajadores, que lejos de perder sus trabajos, tienen una nueva oportunidad de reinventarse, estudiar robótica y aprender a cohabitar con los robots.
La robótica colaborativa es, por lo tanto, la mejor alternativa para que los trabajadores y empleados que quieran, puedan seguir mejorando sus destrezas en sus puestos de trabajo. Con el curso de robótica que ofrece ESNECA BUSINESS SCHOOL, se pueden obtener todos los entendimientos requeridos para centrarse en robótica colaborativa. Si se desea, se puede solicitar información sin problemas.
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