Si es la primera vez que escuchas hablar de la kinesiología, te gustará saber que se trata de una disciplina relativamente joven. Supone uno de los ejes principales en la rehabilitación y la recuperación funcional de los pacientes que recurren a ella. Además, se encuentra en una transformación permanente, ya que evalúa el movimiento corporal y la respuesta muscular ante un factor estresante o de sobrecarga. Se caracteriza por ser una terapia natural, que además de ayudar a detectar y corregir, ayuda también a prevenir los desequilibrios del organismo.
No obstante, y como ya ocurre con otros tratamientos y demás prácticas, no es posible ejercer esta profesión sin contar con estudios específicos sobre la materia. Si te interesa esta actividad, ¡sigue leyendo! Vamos a contarte a qué se dedica, más concretamente, un experto en kinesiología y qué es lo que tienes que hacer para poder ejercer profesionalmente.
La diferencia entre un fisioterapeuta y un kinesiólogo
En primer lugar, nos gustaría aclarar que aunque la fisioterapia y la kinesiología ocupan diferentes formas de tratar el cuerpo y la mente, ambas técnicas constituyen tratamientos efectivos. Sin embargo, en algunos países de Latinoamérica, la kinesiología es sinónimo de fisioterapia o fisiatría. Es más, en algunos países como Chile y Argentina, no existe la profesión de fisioterapeuta. En estos, la kinesiología abarca ambas tareas. No obstante, considerando ambas disciplinas como diferentes, estas son las características y particularidades de cada unas de las técnicas:
El fisioterapeuta se encarga de tratar a los pacientes que sufren de una forma física y de locomoción determinadas. Esta reducción del movimiento puede haberse producido por un accidente, una enfermedad, una lesión o fruto del envejecimiento, entre otros posibles motivos. La fisioterapia consiste, por tanto, en trabajar con los pacientes para descubrir y clasificar sus problemas de movimiento particulares y buscar una solución efectiva para mejorarlos. Para ello, desarrollan programas de tratamiento y de terapia manual, introducen ejercicios terapéuticos y pueden, incluso, hacer uso de equipos tecnológicos.
El kinesiólogo, por su parte, se centra en el estudio del movimiento humano. Esta disciplina procura llegar al origen del dolor y tratar la parte estructural, además de la emocional, la nutricional y la energética. Para evaluar, detectar la causa del problema o el factor estresante, se aplica el test muscular Kinesiológico. Tras el análisis, el profesional utilizará el procedimiento terapéutico más conveniente con el paciente: ejercicios energéticos, activación de puntos de acupuntura, gimnasia cerebral, ejercicios oculares, ejercicios de integración de los dos hemisferios, movimientos rítmicos y técnicas de programación neurolingüística.
Opciones formativas para dedicarte a la kinesiología
Para poder aplicar los métodos curativos que la kinesiología reivindica, será necesario contar con estudios específicos en este campo. Estas son nuestras recomendaciones:
- Curso en Kinesiología. Te formarás para entender la naturaleza, la composición y la actividad del tejido muscular, para poder aplicar técnicas y precauciones, por medio de test musculares, para poder realizar terapias y tratamientos según sea necesario.
- Curso en Mindfulness. Aprenderás acerca de la importancia de controlar y saber manejar las emociones. Verás también cómo se crea la inteligencia emocional y cuáles son los beneficios del mindfulness. Sabrás cómo aplicar técnicas cognitivas y de autocontrol, para que después puedas aplicarlas en tus pacientes.
- Curso de Reflexología. Este curso se enmarca en el entorno de las terapias naturales. Adquirirás conocimientos básicos sobre anatomía y fisiología para que puedas entender la naturaleza de ciertas patologías y, por tanto, utilizar la terapia de una forma más útil y responsable. Después de esto, empezarás a poner en práctica la reflexología y sus métodos de aplicación en las diferentes áreas o zonas reflexológicas.
- Grado en Fisioterapia. Puedes formarte primero como fisioterapeuta y cursar después otros estudios más específicos en el campo de la kinesiología.
- Grado en Medicina. Otra alternativa es que te gradúes en medicina primero y que después te especialices en algún método de la medicina alternativa.
- Máster en Acupuntura. El estudio sobre acupuntura permite reestablecer el flujo correcto de energía en todo el organismo. Se trata de una de las prácticas inmersas en la kinesiología.
Desde Emagister ponemos a tu disposición estas y otras alternativas formativas para que puedas ejercer profesionalmente en tu campo de interés. Recuerda que si tienes dudas, puedes ponerte en contacto con nuestro equipo de asesores expertos.