¿Qué hago si no apruebo la selectividad?

Si te has presentado a las pruebas de selectividad este mes de junio, es muy probable que obtengas resultados positivos. Incluso si no fuese así, tienes aún la convocatoria de septiembre para mejorar tu nota ponderada. Pero ¿qué pasa si no apruebas o no llegas a la nota mínima de corte para la carrera que tenías escogida? No es el fin del mundo, no: aquí te recordamos algunas alternativas en caso de no aprobar las pruebas de acceso a la universidad al primer intento.

1. Sobre todo, es importante que no te agobies ni pienses que es un fracaso. Las evaluaciones forman parte del proceso de aprendizaje, y seguro que después de hacer las pruebas de acceso a la universidad conoces mucho mejor la materia. También te conocerás a ti mismo como estudiante, al fin y al cabo, solo la práctica permite perfeccionar las aptitudes.
2. Si no apruebas la fase general o la específica de las pruebas de acceso, puedes presentarte nuevamente al cabo de un año. Durante ese tiempo, las alternativas son varias:
   1. Puedes tomarlo como año sabático e irte de viaje a trabajar o estudiar idiomas en otro lugar del planeta. Esta costumbre está muy extendida en el contexto anglosajón, y es una experiencia única, que te dará autonomía y responsabilidad y será como un regalo de oportunidades de intercambio cultural, laboral y de crecimiento.
   2. Puedes buscar un trabajo a tiempo parcial y no olvidar tu formación mediante cursos oficiales o no oficiales, que mejorarán tu currículum.
   3. Tienes la oportunidad de hacer algún curso de preparación para la selectividad durante el verano, para la convocatoria de septiembre, o durante todo el año si esperas hasta el curso siguiente.
3. Si la nota media no alcanza para la carrera que soñabas, siempre puedes buscar un ciclo superior de Formación Profesional relacionado con tus intereses, y aprovechar que luego tienes ventajas para pasar a la universidad. Los créditos aprobados en FP pueden ser reconocidos y convalidados en la universidad. Además, tendrás la oportunidad de completar prácticas en empresas y esa experiencia puede marcar la diferencia con respecto a quienes empiecen directamente sus estudios de grado. Te damos algunas ideas:
   1. Si quieres hacer el grado de Magisterio en Educación Infantil, pero no alcanzas la nota de corte, puedes apuntarte a una FP que te permite en dos años titularte como Técnico superior en Educación Infantil.
   2. Si te interesa la Ingeniería electrónica, pero tu nota no es lo suficientemente alta, tienes alternativas con las FP en Electricidad y Electrónica.
   3. Una carrera en Bellas Artes puede iniciarse sin problemas con el FP en Artes Plásticas y Diseño.
   4. Incluso un interés por la Biología marina o Ciencias del mar puede complementarse adecuadamente con una FP Marítimo Pesquera.
   5. Las ciencias duras tipo Física o Química también tienen su formación profesional como Técnico superior de laboratorio o Técnico en Química industrial.
   6. Un grado en Administración de Empresas bien puede complementarse con una FP en Gestión Comercial y Marketing o de Grado Superior en Comercio Internacional.
4. También en caso de no alcanzar la nota de corte en las pruebas de acceso para la carrera que soñabas, sobre todo, mírate bien las otras carreras existentes: puedes seleccionar como segunda y tercera opción carreras que no sean tu primera alternativa, pero que estén relacionadas con tus intereses académicos. Un caso clásico es Periodismo y Filología Hispánica, donde podrás canalizar tu gusto por la redacción y la lectura. Piensa que los másters son casi obligatorios hoy en día, y ahí puedes especializarte en la disciplina que elijas. Siempre tendrás una perspectiva más amplia que aquel que «repita» materia entre el grado y el posgrado.

Actualizado en 2022