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Recreo sin fútbol: ¿una solución para evitar conflictos?

fútbol

Todas las personas que han jugado a fútbol durante el recreo saben que este juego es una gran fuente de diversión. Sin embargo, el deporte rey también suele generar tensiones y conflictos entre los niños. Y es que aprender a ganar o perder no siempre resulta fácil. Por este motivo, algunas escuelas han decidido prohibir el fútbol a la hora del patio y apostar por actividades alternativas. Este es el caso de la escuela Tiana de Ripollet, donde los alumnos disponen de cinco minutos para empezar a desayunar y, posteriormente, pueden elegir entre varias opciones de ocio. Por ejemplo, tocar la guitarra, hacer, skate o jugar a pádel. Es decir, la escuela intenta promover el deporte y la creatividad evitando los tópicos: hay vida más allá del balón y los 22 jugadores. 

Pero, ¿por qué optar por la supresión del fútbol? Pues muy sencillo: los docentes calcularon que los alumnos pasan unas 525 horas en el patio cada curso. Así pues, es inevitable que en algún momento surjan discusiones. Sin embargo, después de comprobar que la mayoría surgen durante los partidos de fútbol, los maestros han decidido tomar medidas prácticas. De hecho, los alumnos de la escuela Tiana pueden escoger hasta 20 juegos. En otras palabras, renunciar al fútbol no implica sacrificar la variedad de opciones de ocio. El proyecto, llamado El patio de mis sueños, podría llevarse a cabo en otros puntos de España. ¿Y tú? ¿Estás a favor o en contra de esta iniciativa? ¡Comparte tu opinión con nosotros en un comentario!

¿Qué nos enseña la supresión del fútbol a la hora del recreo?

  1. Prohibir no es ninguna solución. Aunque la escuela ha decidido suprimir el fútbol durante un año, no lo ha prohibido definitivamente. De hecho, el centro ha mantenido las porterías en el patio por si el curso siguiente tienen que volver a utilizarlas. La idea es que los propios alumnos evalúen si las actividades alternativas los ayudan a mejorar la convivencia entre compañeros y decidan qué quieren hacer en el futuro.
  2. Abrir los ojos más allá del fútbol, un logro. Esta supresión temporal ha permitido que los alumnos descubran actividades que, en otros contextos, estarán relegadas a un segundo plano. Así pues, si en el futuro deciden volver al deporte rey, podrán combinarlo con otros hobbies igualmente interesantes.
  3. Trabajar la convivencia, un aspecto fundamental en el aula. No. El problema no es solo el fútbol. También hay que saber por qué surgen conflictos y por qué la agresividad se impone demasiadas veces al diálogo. En este sentido, es interesante que las escuelas impulsen charlas y campañas preventivas para evitar la violencia y el acoso escolar.

Fuente: 3-24

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