Rehabilitar energéticamente un edificio es un concepto que no siempre ha estado en boga, pero que en los últimos años ha ganado fuerza. ¿Por qué? Porque son muchos los beneficios que trae una acción de este tipo para optimizar el gasto energético y cuidar el medio ambiente. Así pues, en este post vamos a explicarte su importancia y cómo se realiza. Y recuerda que puedes especializarte en este ámbito a través del Máster en Rehabilitación de Edificios de Escuela Postgrado de Ingeniería y Arquitectura.
En qué consiste rehabilitar energéticamente un edificio
Los objetivos de reducir el coste en la energía consumida y las emisiones de CO2 son los que se plantean a la hora de rehabilitar energéticamente un edificio. Un tercero es el aumento del valor del inmueble o de la edificación, el cual aumenta y puede venderse más caro en el futuro. Esto es así porque desde 2013 las viviendas tienen certificados de eficiencia, ya sea en su totalidad o parcialidad.
De esta manera, la rehabilitación energética es necesaria cuando un edificio o inmueble no tiene las características para ello, siendo normalmente edificaciones muy antiguas.
¿Cómo se realiza una reforma energética?
Un proceso de este tipo consiste en ejecutar acciones que mejoren la eficiencia energética del inmueble y se alineen con los objetivos establecidos desde un principio. Así pues, los pasos para rehabilitar energéticamente un edificio son:
Auditoría energética
El primer paso para llevar a cabo una renovación energética de un inmueble es conocer su situación respecto al uso de la energía y su coste asociado. Para ello, una empresa especializada en la certificación de eficiencia energética hace un estudio sobre ello. Estos datos se obtienen en diferentes análisis. Algunos de ellos son la monitorización de consumos, certificación energética del inmueble, curva de carga, etc.
Actuaciones sobre los elementos resultantes del estudio
El aislamiento y la revisión de las instalaciones para hacerlas más eficientes son partes fundamentales en este segundo paso:
Aislamiento general del inmueble
El equipo rehabilitador debe identificar las fugas de aire que pueda haber, tapar agujeros, etc. Tanto si es una vivienda como un edificio, el aislamiento es clave. Por ejemplo, de las ventanas, la fachada, las puertas y todos aquellos lugares por donde se pueda introducir el calor o frío del exterior. Para que esta renovación sea exitosa, debe ser integral.
Revisión de las instalaciones
Reformar energéticamente una vivienda implica revisar todas las instalaciones, desde calefacción hasta aire acondicionado, pasando por ventilación, temporización, etc. Esto incluye las de agua, las eléctricas y las de gas. También se analizan las posibilidades que tiene la construcción de autogenerar energía mediante la instalación de energía solar fotovoltaica.
Por último, se estudia cómo aprovechar la iluminación natural y las posibles adecuaciones para recargas de automóviles eléctricos. Esto es en la zona de parking.
Instalaciones nuevas:
- Calderas de condensación.
- Bombas de calor aire-agua.
- Radiadores de baja temperatura.
- Suelo radiante a baja temperatura.
- Sistemas de aire acondicionado de tecnología inverter.
- Termostatos inteligentes.
Ayudas del Gobierno para la rehabilitación energética de edificios
Tanto si se trata de un edificio como de una vivienda particular, hay ayudas al replanteamiento energético. Es importante solicitarlas en el gobierno de la Comunidad Autónoma correspondiente. Una de ellas es el Programa de Rehabilitación Energética de Edificios, impulsado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía.
Rehabilitar energéticamente un edificio es un paso fundamental para reducir costes en nuestras facturas y ser más responsables con el medio ambiente. Un análisis previo hará la diferencia y puede ayudar al futuro del planeta.
